KARMA |Ziam Maype| {Terminada} [Parte 1]

Capítulo 1

  Se removió en su mismo eje, su cabeza palpitaba de dolor, su garganta estaba seca y ardía, pasó su lengua por sus resecos labios, un pinchazo de dolor lo hizo abrir los ojos, no reconocía el lugar, era una habitación muy grande, espaciosa, iluminada, quiso incorporarse pero un dolor en su abdomen lo detuvo, grito de dolor, dios que si dolía, se quedó inmóvil esperando a que el dolor cesará, pero no pasó y bufo.
  ¿Qué mierda había sucedido anoche?

—Buenos días— dijo una suave voz entrando a la habitación, giro su cabeza para ver quien era, un tipo alto de ojos dulces había entrado abrochando los botones de su camisa negra, sonrió mostrando sus dientes.

—¿Quién... Eres?— hablo con dificultad por el dolor— ¿D-dónde es-toy?— jadeo por el dolor, se llevó sus manos donde le dolía para intentar dar un alivio aunque fuera en vano.

—Hmm— fue la única respuesta que optuvo— Veo que recuerdas nada— se vio en un espejo de cuerpo completo— Vendrá un doctor a verte, no puedo ni pienso darte algún medicamento para el dolor, desde hoy inicia tu abstinencia...— se acomodo su cabello con una mano— Harry vendrá a cuidarte, se asegurará de que no hagas una estupidez, ya has hecho muchas, mi padre no está para nada contento— murmuró terminando de acomodar su sedosa cabellera chocolate— Bien, me voy, ten un buen día— le regalo una radiante sonrisa antes de retirase.

  Minutos más tarde entro un tipo más alto que el anterior, con menos humor y ánimo para hablar, su expresión era tensa y fría, no habló, solo dejó una bandeja de desayuno en su mesa de noche y se retiró, el joven adolorido no entendía nada de lo que sucedía.
  ¿Qué hacía en ese lugar?
  Simplemente no lograba recordar, lo único que se le venía a su cabeza era haber ganado e irse a celebrar a uno de aquellos bares lujosos donde obtenía todo gratis. Se quedó mirando la comida, no se le apetecía, sentía un nudo en la boca de su estómago, suspiro adolorido, necesitaba un analgésico urgente, la puerta se volvió abrir, entró el mismo tipo de semblante serio, detrás de él, uno más bajo, algo mayor y elegante.

—Es él— dijo el tipo de cabello largo.

—Hola joven, soy el Dr. Ryan, mucho gusto— le tendió la mano, el joven de ojos miel la acepto, se quejo agarrándose fuerte su vientre, le dolía como el infierno— ¿Te duele?— asintió— ¿Me dejas ver?— el chico algo dudoso aparto sus manos del vientre, el doctor aparto su camisa para descubrir su abdomen, tenía un ematoma morado en todo su estómago— Parece que no es tan grave— susurro, pero Zayn gimió ¿no era grave? ¿Porqué sentía que iba a morir?— Te pondré suero, Liam dijo que estás bajo la influencia de drogas y alcohol— murmuró viendo al joven y después al tipo alto— Bien, pondré un suero por intravenosa, junto a una tramal para el dolor del abdomen y se desinflame— dijo sacando los implementos.

  Él doctor le dio unas hojas al mastodonte que estaba delante de él como una estatua, duro como el hierro, sentí que su mirada esmeralda podía apuñalarlo cual navaja afilada.

—¿Dónde estoy?— pregunto el chico con voz rasposa.

—Londres— se limito a responder.

—Creí que me habían sacado del país— murmuró el joven viendo el suero pasar por la jeringa hasta su vena, el tipo no habló, simplemente se giro sobre sus talones y salió de la habitación— Claro Zayn, solo tu pensabas que podías hacer amigo de un tipo así— se reprochó así mismo, se acomodo mejor en aquella cómoda cama, se quedó dormido cuando el dolor disminuyo, no se enteró cuando el tipo entró y cambió su suero, también había regulado el medicamento para el dolor, ni cuando sacó su desayuno intacto.

  Se removió incómodo, sentía su cuello tieso, gruñó acomodándose, froto sus ojos con su mano libre, pues la otra pesaba por los líquidos que estuvieron entrando a su cuerpo, sentía náuseas, dolor de cabeza y su brazo temblaba, pero su abdomen ya no dolía, pego un brinco al ver aquel tipo de rostro angelical.

—Finalmente despiertas— murmura cruzando la pierna izquierda sobre la derecha, el joven no respondió— ¿Aún no recuerdas nada?— negó con la cabeza— Hmm— se limito a responder— Voy a quitarte la vía, Harry la dejó porque no tocaste el desayuno, ibas a morir si no te entraba líquido y vitaminas por algún lado, era eso...— apunto la vía intravenosa— O que te los metiera por el culo— tomó un botiquín que tenia en el suelo junto a su silla y se acercó a él.

—¿Sabes lo que haces?— balbuceo asustado.

—Soy médico, tranquilo— respondió sacando un algodón, retiro con sumo cuidado la vía intravenosa, la metió en una bolsa de papel, limpio la zona y después cubrió con un tape de microporo.

—¿Q-qué hago aquí?— se atrevió a decir.

—Bueno, soy algo así como tu “karma”— dijo aquella palabra haciendo comillas con sus dedos— Le debes mucho a mi padre Sr. Malik, estas con vida gracias a mi— sonrió con orgullo— Verás...— metió sus manos tatuadas en los bolsillos de su pantalón de traje elegante y camino por la habitación— Yo me encargo del lado legal de la familia, a mí los asuntos de mierda de mi padre me importa un carajo— se encogió de hombros— Para eso esta mi hermano menor, yo solo les cubro el culo ante los ojos del mundo— paso una mano por su cabello perfecto y brillante— ¿Sabes quién soy?— el joven negó— Liam Payne— sonrió viéndolo.

—L-Liam Pa...— jadeo de asombro.

—Exacto, ese es mi nombre, no uso el apellido de mi padre... Como dije, no me importa lo que mi hermano y mi padre hagan... Bueno, te vi pelear, todo el torneo ilegal al que te metiste por la seducción de mi padre... Eres bueno, simplemente necesitas disciplina y un buen entrenamiento— paso sus manos a su espalda y las sostuvo en aquella posición los músculos de su tórax y brazos de marcaron bajo aquella camisa negra manga larga de botones— Ahí es donde entró yo— sonrió ampliamente— Voy a entrenarte, vas a entrar a las grandes ligas y pagaras con sudor y lágrimas todo lo que le debes a mi padre, Zayn Malik— el joven trago grueso.

—¿Grandes ligas?— pregunto ido.

—Sí, pero todo a su tiempo, primero, como dije en la mañana, quiero que estés limpio de la mierda que daña tu salud y desempeño, nada de drogas u alcohol... Y vas a comer todo lo que Harry te traiga, absolutamente todo, el Dr. Ryan vendrá una vez a la semana hacerte pruebas de sangre, para asegurarnos de que estés limpio— dijo firme— No me gusta que jueguen sucio— lo miro fijamente mientras lo veía.

—¿Y-y si no quiero?— pregunto mirando al tipo.

—Simple y sencillamente, te devuelvo a las garras de mi padre— se encogió de hombros, caminó hacia él y se inclinó cerca de su rostro— Para dejarte una de sus balas... aquí...— puso su dedo índice en su frente, el joven trago grueso.

—¿Tu me entrenarás?— Liam se irguió nuevamente y tomó las cosas que dejo a los pies de la cama.

—No entreno novatos— respondió antes de salir de la habitación.

  El joven de piel canela se quedó viendo la puerta donde segundos antes el hombre de rostro angelical había salido, trago grueso, se maldijo internamente por meterse en líos más grandes que él.
  ¿Cómo saldría de eso?
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