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"Conservar algo que me ayude a recordarte, sería admitir que te puedo olvidar"

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Su última platica sobre el tema fue aquel día lluvioso, y la siguiente vez que se vieron forzados a hablar sobre el futuro, fue cuando tuvieron que presentar el examen que decidiría si podrían entrar o no a la universidad que habían escogido. Armando paso horas junto a Yun para ayudarle a estudiar, llegaron a quedarse hasta muy tarde en la biblioteca tan sólo con un montón de libros sobre la mesa y el cansancio sobre sus hombros.

Armando no planeaba arriesgarse a dejarlo todo a la suerte y Yun ni siquiera intento renegar cada que lo arrastraba consigo a algún lugar silencioso para repasar los apuntes, aclarar dudas y revisar los pequeños trabajos que le dejaba para realizar en casa, ya que sabía que aquella era su manera de calmar sus nervios.

Cada que le veía celebrar por comprender algún problema, cada que sacaba la lengua y fruncía el ceño mientras escribía, y cada que le decía con aire despreocupado que dejará de preocuparse, que pasaría el examen sin problemas, era una hora más de sueño para él, quien no planeaba dejarlo atrás ahora que admitía que el deseo carnal no era lo único que deseaba calmar al querer besar sus labios.

Lo supo cuando sus yemas, ásperas de tanto trepar árboles y manchadas por la tierra, se tocaron, y se le confirmo al sentirse inconforme con lo poco que había durado. Le gustaba Yun de muchas maneras distintas, como un amigo al que no puedes apartar de tu vida por más que lo intentes, como un compañero de clase que alegra tu día y lo hace más llevadero, como un posible amante al que deseas tanto que sueñas con tener bajo tuya gritando tu nombre, y como una futura pareja a la que le preparas el desayuno tras despertar juntos.

Admitirlo para sí había sido más fácil de lo que creyó, pero tratar de decirlo en voz alta, a cualquiera o incluso a él, le resultaba imposible siquiera de imaginar. Aún tenía miedo de lo que pudiera ocurrir al hacerlo, y mientras tuvieran tiempo no lo haría. Sellaría sus labios y esperaría algún día poder hacerle saber su sentir, tal vez cuando no tuvieran tantas presiones encima y en un ambiente distinto.

Unas pocas semanas después recibieron el aviso de que debían presentarse al examen. Ambos llegaron juntos, no revisaron los libros en el camino ya que se decía que era contraproducente, y se detuvieron frente a las puertas de aquel intimidante edificio. Era el doble de grande de lo que parecía en las fotos, e incluso hizo a Yun tragar saliva de forma poco sutil.

Le miro de reojo, haciendo una mueca al ver sus nervios plasmados en sus ojos y en el movimiento de sus manos contra la mezclilla de su pantalón. Tal vez lo había presionado demasiado, tal vez no había hecho la mejor elección. Debió pensarlo mejor, elegir una que no pareciera tan selecta. Dio un giro sobre sus talones para tenerlo de frente y estuvo a punto de decirle que se fueran, que podrían ir a otro lugar o incluso tomar cursos cerca del pueblo, pero Yun le calló al instante, como si supiera lo que iba a decirle.

—S-suelte — Le deseó con dificultad, tragando saliva antes de empujar una de las puertas de madera y adentrarse en aquel lugar nuevo, dejándole con las palabras en la boca.

Se estaba esforzando, y después del tiempo que invirtieron en estudiar, más que nada Yun, parecía injusto que ahora le dijera lo que estaba pensando. Suerte que no le había dejado hablar.

—Igual...— susurró antes de entrar, siguiendo sus pasos por los pasillos hasta el aula donde se encontraban personas en el mismo estado que ellos.

Nerviosos por el futuro resultado, desesperados por terminar de una vez por todas con el estrés, insatisfechos a los que no les agradaba lo poco que se habían esforzado, negativos que se sentían fuera de lugar. No sabía cuál de todos era él, pero sabía cuál era Yun, y durante todo el examen no dejó de pensar en ello, aunque gracias a que se habían sentado lejos uno del otro le fue fácil no dedicarle miradas furtivas para cersiorarse de que todo estuviera en orden, lo cual implicaba un riesgo para ambos si le llegaban a ver.

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