〈Cᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ〉
Sakura nació y creció en Amegakure. Su padre era un Akatsuki, pero a ella no le importaba. Ella lo amaba por quien era.
Él la entrenó, la amó, y él era el mejor padre que ella podría pedir nunca. Su padre entonces toma la decisión de dej...
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❀𖦹❀𖦹❀
Sakura Hoshigaki, de seis años era un gusano de biblioteca. Se acerco a Pein un día y se puso un poco cerca de su escritorio y espero pacientemente a que él la viera. Cuando lo hizo cinco minutos después, la vio fijamente un poco sorprendido. Nunca antes se habia acercado a él y sólo le habia dado sonrisas suavez cada vez que le llamaba la atención.
"¿Qué puedo hacer por ti?" Preguntó suavemente.
"¡B-buenos días, Pein-Sama!" Saludó, "Lo siento si le estoy molestando, pero me preguntaba si tiene algún libro sobre jutsus de agua. Yo eh... ya me he leído muchos libros de la biblioteca y quiero saber si hay más"
Ella tembló ligeramente bajo su mirada analítica hasta que él se puso en pie y se movió hacia el estante que estaba alineado en la pared de enfrente. Sakura vio con curiosidad como Pein revisaba los numerosos libros y pergaminos hasta que sacó un pergamino realmente grande zcon un forro verde azulado.
"Este fue tomado de Kirigakure hace años y no sirve para nada. Puedes leerlo a tu gusto"
Sus ojos se iluminaron mientras sostenía el pergamino con ambos brazos y se inclinaba. Salio corriendo de la oficina con entusiasmo y casi choca con la gente del pasillo.
"Eso fue muy amable de tu parte"
Pein miró por encima de su hombro para ver a Konan salir de una sombra de la esquina de la habitación.
"... Supongo." Contestó despacio "Pero lo hice simplemente para satisfacer su sed de conocimiento"
Un rayo de sonrisa paso por su rostro cuando Pein le dio la espalda. Sakura era como un rayo de sol en el oscuro mundo de Akatsuki. Esta atrapada por toda la violencia y la dura verdad que la rodeaba y de alguna manera se las arregló para mantener su aura inocente. Konan se alegro que los Akatsuki fueran expuestos a alguien como ella. Puede que no lo hayan admitido, pero Sakura los habia suavizado hasta el punto en que eran casi humanos.
Konan suspiró y miró por la ventana. Su paz, sin embargo, no puede durar mucho si Kisame sigue adelante con sus planes.
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