〈Cᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ〉
Sakura nació y creció en Amegakure. Su padre era un Akatsuki, pero a ella no le importaba. Ella lo amaba por quien era.
Él la entrenó, la amó, y él era el mejor padre que ella podría pedir nunca. Su padre entonces toma la decisión de dej...
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❀𖦹❀𖦹❀
Sakura, un nombre que una vez pronunciaron con cariño y alegría ahora se habia vuelto en una especie de tabú. Desde que supieron su muerte, nadie habia mencionado su nombre ni nada relacionado con ella. Cualquier cosa relacionado con ella hundiría a Kisame en un ataque de culpa por una horas antes de que volviera a ponerse en pie. Sin embargo, su muerte no lo habia impactado solo a el. Todos se vieron afectados de una forma u otra.
La casa Akatsuki ahora estaba llena de silencio. Ya no se oían los sueves pasitos de pies en ningún pasillo, ni su pequeña y centellante risa por cualquier cosa que le pareciera graciosa en un libro que leía o una historia que le contaban, ni los papeles esparcidos por la sala de estar llena de dibujos de colores o técnicas shinobi exageradas. No, ya no habia nada de eso. Ya no estaba la niñita, solo estaba un recuerdo.
Cerca de la playa, a diez millas de la casa de Akatsuki, en el pais del té, yacía su lápida. No habia ningún cuerpo que recuperar, pero querían un entierro apropiado para ella de todos modos. Cada miembro presentó sus repetos, y después de cinco horas, Kisame se quedó de pue allí, mirando fijamente su tumba. Flores frescas y una marioneta en miniatura de Hiruko sentada justo debajo del grabado.
Sakura Hoshigaki
Tenía seis años
No merecía un final,
Pero si merecía un futuro.
Kisame cayó de rodillas y se apoyo en la lápida.
"Sakura... Mi niña...."
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Dos años después, Akatsuki reclutó a un nuevo miembro. Un niño de trece años llamado Itachi Uchiha que iba a ser el compañero de Kisame. Los miembros veteranos tuvieron que ser un poco escépticos al respecto. Con él siendo emparejado con alguien tan joven -un niño- ¿No traería solo recuerdos malos? Por suerte, Kisame habia mejorado un poco el ultimo par de años. La muerte de su hija todavía picaba cada que él se recordaba a sí mismo que Sakura estaba en un lugar mejor.
