〈Cᴀɴᴄᴇʟᴀᴅᴀ〉
Sakura nació y creció en Amegakure. Su padre era un Akatsuki, pero a ella no le importaba. Ella lo amaba por quien era.
Él la entrenó, la amó, y él era el mejor padre que ella podría pedir nunca. Su padre entonces toma la decisión de dej...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❀𖦹❀𖦹❀
"¡Naruto!" Sakura gimió. El equipo siete estaba en su campo de entrenamiento designado, trabajando el lanzamiento de kunai y shuriken. Naruto habia estropeado uno de sus tiros y envió su kunaia unos centímetros de la cara de Kakashi. Ahora culpaba a la misma persona a la que siempre culpaba.
"¡Todo esto es culpa tuya, Sasuke-Teme! Si no me hubieras distraído, habría dado en el blanco, 'ttebayo!"
"¡Si realmente estuvieras apuntando al objetivo lo habrías hecho bien, usuratonkachi!"
Sakura suspiró desesperadamente y miro a su sensei que estaba leyendo su habitual Icha Icha Paradise. Él le devolvió la mirada exasperada con una arruga debajo del ojo.
"Puedes irte a casa, Sakura," dijo, "Ya que todos tus tiros golpean el centro del objetivo, considera esto como un pequeño regalo"
Ella le dió una pequeña sonrisa antes de dar la vuelta y caminar fuera de los campos. Ella recordaba a Kakashi desde antes, pero no estaba segura de que él la recordara. Kakashi Hatake fue el ANBU que orquestó el ataque a su familia y el único hombre que la sacó de su casa. Sakura suspiro de nuevo cuando entró al distrito del mercado. El lugar era bullicioso, como de costumbre, pero habían más shinobi's en la zona de lo que esperaba.
Probablemente se están preparando para los exámenes chuunin que tendrán lugar dentro de tres meses.' Ella pensó, Sakura se sentó en su tienda de dulces favoritos. Después de pedir un plato de mochi de té verde, se reclinó en su silla y miró fijamente la mesa.
Ella realmente extrañaba a todos.
Habían pasado seis años desde que si papá le dijo que vendría por ella cuando todo estuviera bien. Seis años enteros desde que Konoha se llevó todo lo que tenía...
Ella sacudió la cabeza y sonrió a la camarera que le trajo su comida. Mientras comía no se daba cuenta de el gatp negro que estaba sentado en el alféizar de la ventana. Observandola con curiosidad con sus ojos que no coincidían.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
