-Control-

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❀𖦹❀𖦹❀

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Sasori caminaba por las calles de Amegakure con la mano apretada alrededor de una más pequeña. Sakura, de un año de edad, caminaba a su lado con alegría, sin preocuparse en absoluto por la triste energia que parecía emanar la aldea. Las gordas gotas de lluvia caían sobre ellos sin piedad, pero estaban acostumbrados a ellas. Todo el mundo lo estaba. Al pasar por la plaza del mercado, Sakura tiró de su mano y le señaló un puesto.

"¡Manzana!" exclamo. Sasori miró hacia las brillantes manzanas verdes antes de volver a mirar a la niña.

"¿Quieres una manzana?"

Su pequeña cabeza se agitaba hacia arriba y hacia abajo, moviendo sus cabellos rosados.

"¡Manzana!"

Él le compró una manzana y la dejó comérsela el resto del viaje.

"¿Donde ir?" Preguntó después de terminar de comer su manzana.

"Una tienda. Necesito más madera para crear más títeres"

"¿Muñecas?"

Su ojo tembló.

"Títeres. Las muñecas y los títeres son diferentes, Sakura. Las niñas juegan con las muñecas. Los títeres yo los usó para matar a la gente", explicó. Los miembros del Akatsuki nunca endulzaban o censuraban sus palabras, para disgusto de Kisame. Ellos, por supuesto, no mataban o torturaban a la gente frente a ella, pero las conversaciones que tenían con ella poseían muy pocos límites.

"¿Matar? ¿Con poson?"

"Veneno". Corrigió Sasori, "Y si. Los mato con mis títeres también"

Ella asintió, con una sonrisa brillante en su cara. Una vez llegaron a la tienda, Sasori le indico que esperara afuera con una pequeña marioneta de madera. Sakura la acepto con gusto y la abrazó. No era el regalo más grande que habia tenido, ni el más bonito, pero se lo habia dado Sasori-san y ella lo apreciaría. Ella lo llamo Hiruko-Kun.

Después de dos minutos de esperar, estaba sentada en el suelo con la piernas cruzadas, completamente aburrida. Habia un alero donde ella estaba sentada para protegerse de la dura lluvia, ella no entendía porque no podía ir a la tienda con él. Era obviamente más seco que allí.

En ese momento, un gato milagrosamente seco se acercó a ella tenía un ojo morado y otro rojo.

"¡Gatito!" Ella arrullo, "¡Gatito! ¡Gatito!"

Haruno De Nombre. Hoshigaki De Sangre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora