03 - pigtail

896 89 23
                                    

la profesora había agrupado el salón en equipos de a dos, lamentablemente al azar.
el amigo de jisung; donghyuck, había sido emparejado con otro compañero. ahora al pobre jisung le tocaba compartir equipo con mark, el raro de la clase.

se veía asqueado y molesto, pero no le quedaba de otra. él no era el tipo de chicos que haría un berrinche por tener a su amigo de compañero, así que con un gran suspiro aceptó su destino.

— haré equipo con jaemin, no me extrañes — dejó su asiento dramáticamente mientras mark llegaba con la mochila en sus manos —.

intentó ignorar al más pequeño haciéndose el que escribía algo en su cuaderno, pero notó que algo andaba mal.
en el momento en que mark apoyó sus brazos sobre la mesa junto con su cuaderno y lápiz, pudo notar algo semejante a un brazalete en su muñeca, pero con apariencia familiar.

luego de observarlo de reojo un poco más, llegó a la conclusión de que definitivamente su mente no lo estaba engañando.
¡esa era la coleta de su hermano!

millones de pensamientos llegaron a su mente, tales como; ¿será que este tonto lo robó de mi hermano? ¿cómo era siquiera posible que esto haya llegado a sus manos? o peor aún...

¿fue mi hermano quien se lo obsequió?

instantáneamente preguntó — ¿de dónde sacaste eso?

el niño sintió una capa de frío recorrer su nuca al ver la expresión de superioridad que mantenía su nuevo compañero de banco.

— la encontré en el parque anoche — respondió como pudo, con su bajo y tímido tono —.

— es de mi hermano, ¡devuélvela! — sostuvo su muñeca esperando a que voluntariamente se la entregue —.

mark se estremeció con miedo a recibir un golpe. en una situación como esas, él solía recibir un fuerte golpe en el brazo por parte de su padre, a veces una cachetada o incluso un agresivo empujón hacia el piso.

al ver su reacción, jisung también se asustó. cualquiera de sus compañeros reaccionaría algo como "¡hey! suelta mi brazo, imbécil" pero este no era el caso, sino que todo lo contrario. el pequeño mark ya estaba a punto de llorar.

— oye, mírame a la cara y no bajes tu mirada — soltó su brazo, observando cómo éste se recomponía — respóndeme sinceramente ¿la robaste de mi hermano?

la respuesta de mark no fue inmediata, pero de alguna manera consiguió unir suficientes palabras como para formar una frase.

— él estaba en el parque con su novia y... dejó abandonada su coleta, pensé que hoy tendría oportunidad de verlo para devolvérsela — se sacó la coleta de su mano dejándola del lado de jisung —.

aún estaba confundido, demasiado confundido.
yuta no tenía novia, al menos no había tenido ninguna desde la mudanza.

— ¿n-novia has dicho? — recibió un asentimiento como respuesta — ¿como lucía?

— uhm... — algo le hizo saber a mark que no debía dar más detalles — iba de rosa, se saludaron y ella siguió su camino — mintió en cada una de aquellas palabras —. quizá era sólo una amiga — intentó arreglarlo apenas terminó de hablar —.

el silencio era cada vez más profundo, a pesar de que se le hubiera aclarado que esta muchacha puede haber sido nada más que una conocida, la sangre de jisung hervía más que una pava, la posibilidad de que su hermano tenga una novia y se lo haya ocultado lo ponía furioso.

temía dejar de ser el centro de su vida, de perder el amor y atención de yuta.

arrugó con fuerza la coleta y la arrojó dentro de su mochila, desprendiendo un fuerte enojo de si mismo.

pero en ese mismo instante se le ocurrió una idea.

— ¿notó tu presencia? quiero decir ¿se dió cuenta de que lo viste? — habló en un tono más bajo del que estaba acostumbrado, asegurándose de que nadie más escuchara —.

— no, las luces del parque no eran lo suficientemente fuertes como para que llegase a verme — lo miró a los ojos, encontrándose con su mirada pensativa — ¿por qué preguntas?

lo pensó un momento más, al final el rarito no resultó ser un mal compañero de banco, de hecho era de mucha ayuda, especialmente para lo que estaba pensando.

con un plan ya formado, habló — te pagaré el almuerzo diariamente en la cafetería de la escuela, de hecho, puedes usar mi tarjeta — dijo refiriéndose a la tarjeta de alumno que pagaba para almorzar en la cafetería o retirar libros de la biblioteca, la cual mark no tenía debido a su situación económica —, pero a cambio de algo...

sus ojitos atentos lo miraban con curiosidad. ¿por qué le daría su tarjeta escolar?

pensándolo bien, mark no comía del todo bien en su casa, a veces incluso no comía, tenía que arreglárselas con un pequeño trozo de pan.
peor aún, la mayor parte de la comida terminaba en el estómago de su obeso y agresivo padre, mientras que mark se ocupaba de limpiar y cocinar.
a pesar de todo esto, jamás recibió un premio o un halago, al contrario de jisung, quien recibía constantes halagos de parte de su hermano con tan solo tender su cama.

— en el receso te cuento sobre el trato, por ahora haz mi tarea — sacó su móvil por debajo de la mesa y comenzó a jugar ludo online —.

mark fue obediente e hizo lo que le dijeron, nunca se negaba a nada. eso lo hacía débil ante los demás, notoriamente inferior.
a su vista, jisung era un ser superior, alguien a quien respetar, alguien a quien no hay que molestar.

siguió a jisung a la cafetería, observando cómo elegía qué comer, notando que lo estaba duplicando, como si fuese a comer doble.

— te ves muy atento ¿tanta hambre tienes? — tomó otra bandeja extra y se la entregó — toma, es para ti. me duele que pienses que iba a comerme todo esto yo solo.

— sobre el trato... — fue interrumpido a penas empezó a hablar —.

— espiarás a mi hermano cada vez que te pida, cuando nos veamos en la escuela me contarás todo — le dió un gran mordisco a su sándwich — ¿qué? ¿por qué esa cara?

— ¿por qué yo? — miró su comida con admiración, como si no la mereciera —. ¿y si me descubre?

— yuta es una buena persona, si te descubre seguramente te perdone, no te asustes por eso — terminó su comida dando un largo suspiro —. estoy lleno.

KiDNAP 誘拐 YUMARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora