08 - do you hear that?

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jisung se levantó por la mañana como era de costumbre, se arregló para ir a la escuela y comió el desayuno que su hermano le había dejado. habían mañanas como estas donde no lo podía encontrar, así que suponía que estaba afuera trabajando. mordió su waffle contento, revisando si las plantas habían sido regadas. todo parecía estar en orden, excepto una cosa.

giró lentamente su cabeza, un escalofrío se asomó por su nuca. miró la puerta que daba al sótano, estaba completamente abierta. aquella puerta que siempre estaba cerrada, la puerta a la que le advirtieron que no se acercara bajo ninguna circunstancia... ahora mismo se encontraba abierta, sin ningún tipo de seguridad.

había planeado no darle importancia, pero no pudo evitar sentirse curioso. dio unos pasos más, asomándose sin poder ver más que oscuridad. sus manos temblaban, bajó dos escalones y preguntó casi en un susurro — ¿estás ahí, yuta?

casi inmediatamente, se escuchó un grito ahogado provenir de adentro. retrocedió rápidamente asustado, cerrando la puerta con llave. miró al suelo y notó una gota de un pigmento rojo en la alfombra, luego comenzó a escuchar como alguien golpeaba la puerta desde adentro.

tanto era el susto que tenía que ni siquiera tuvo tiempo para llorar. todo aquél pánico del que estaba sufriendo se disipó al escuchar esa familiar voz.

— oye, ¿me encerraste? déjame salir, maldito niño.

era su tío.

abrió la puerta, mirándolo con total desprecio — ¡rompiste la regla más importante! ¿¡quieres explicarme que hacías metido ahí!?

— ¿yo? no rompí ninguna regla.

detrás suyo, su hermano también salió del sótano, sosteniendo una pesada herramienta en sus manos — jisung, ¿pasó algo?

— yo... ¿por qué el tío estaba en el sótano contigo?

— quiso darme una mano arreglando una pieza de un motor. ¿por qué preguntas? 

— oh, no sabía. pensé que nadie más que tú podía acceder al taller.

— jaja, mírate, tan lindo. — peinó su alborotado cabello — para nada, sólo no quiero que entres en caso de que te lastimes con algo. es hora de irte, ve a la escuela, no pierdas el tiempo. 

jisung asintió y se dirigió a la estación de autobuses. con un poco de prisa, se subió al autobús y se sentó en uno de los asientos del fondo. 

con sus manitos aún temblorosas, sacó un frío objeto de su bolsillo. lo observó con pánico, su corazón latía demasiado rápido, pensaba que se le saldría en cualquier momento.

jisung no solía hacer travesuras, era un niño obediente. pero al robar este objeto, sintió como todo ese estatus de buen chico se derrumbaba a sus espaldas.

sostuvo el objeto, la llave del sótano de yuta, llevándola devuelta a sus bolsillos.

al parecer su mente le había jugado una mala pasada.

pero...

todavía no podía explicar qué era ese pigmento rojo. pensó y pensó en millones de probabilidades, pero ninguna tenía sentido.

luego de unas paradas, vio a mark subir, sentándose en los primeros asientos. corrió hacia él, estaba listo para interrogarlo, pero debido a la velocidad del autobús perdió el equilibrio y cayó al suelo, golpeándose la espalda con una de las sillas.

su pequeño amigo giró al escuchar el ruido y corrió a ayudarlo. la mochila de jisung estaba levemente abierta, así que también aprovechó para ayudarle a guardar los lápices que salieron disparados de ella.

— ¿estás bien? — preguntó con los ojos abiertos.

— ¡déjame! — bufó — estoy perfectamente bien, ¿no ves? — se paró con rapidez, pero aún seguía un poco mareado.

por suerte las puertas no tardaron mucho en abrirse y llegar a su lugar de destino, la escuela.

el día continuó como era habitual, las horas pasaban y las ganas de jisung de hablarle a mark aumentaban cada vez más. necesitaba saberlo, necesitaba que le dijera qué había sucedido con su hermano. mark no le había dicho nada sobre lo que pasó cuando lo acompañó a la parada, tampoco sabía por qué habían decidido volver. no era tan tarde como para perder el bus, ¿verdad?

algo más debió de haber pasado, necesitaba investigarlo. 

jisung quería saberlo todo, no quería perderse ningún detalle de lo que su hermano hiciera, porque de ser así... quién sabe lo que su cabeza se podría imaginar.

exacto, ¿quién sabe lo que jisung podría llegar a pensar de su hermano?

¿quién sabe por qué... siquiera consideraría algo así?


al salir, se sentó en las escaleras a esperar a yuta. nuevamente tanteó sus bolsillos, pero notó un cambio.

buscó desesperadamente, pero no pudo encontrarlo.

la llave...

la había perdido.

KiDNAP 誘拐 YUMARKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora