los faroles iluminaban el camino asfaltado, las nubes habían cubierto la luna sin dejar rastro de ella.
— creo que lloverá... que extraño, no habían pronosticado lluvia para hoy. ¿tu casa está muy lejos?
— uhm... podría decirse que si, según recuerdo.
— ¿según recuerdas? — se sorprendió — ¿has estado aquí antes?
los ojos de mark se abrieron de a poco, había metido la pata y su consciencia lo estaba castigando por eso.
— sólo una vez — eso era verdad, prosiguió — había salido a dar un paseo con mi bicicleta, pero se rompió en el camino.
— ah, ¿buscabas a aquél exitoso mecánico del que todos hablan?
asintió — sí, pero no pude encontrarlo — se entristeció al recordar aquél día.
— mientes.
dejó de caminar, parándose frente a mark. el más bajo lo observaba atentamente con sus cejas alzadas y su mirada revuelta.
esbozando una sonrisa, sacó una de sus manos de su bolsillo tomando firmemente el rostro de mark, agachándose para que pudiese verlo mejor.
— ese mecánico soy yo.
sus hombros se encogieron al sentir el toque de su cálida mano apoyarse en su mejilla. sus sentimientos estaban alborotados, el único toque en su rostro que solía sentir eran los golpes de su padre. este era un sentimiento completamente nuevo, algo que nunca había sentido.
no sabía que decir en una situación así, pero las palabras salieron disparadas de su boca sin habérselo esperado — ¿repararás mi bici?
esa simple pregunta hizo que yuta no pudiera contener más su sonrisa, ¿cómo era posible que una persona pudiera ser tan adorable?
— claro que si, lo haré gratis ya que eres amigo de jisung — tomó su mano, alejándolo de la calle — ten cuidado con los autos.
le entretenía mucho mirar a yuta, le impresionaba lo guapo que se veía con el cabello suelto, pero temía que lo notara. desafortunadamente, mientras pensaba en todo esto estaba mirándolo con fijamente, parecía que saldrían rayos láser de sus ojos en cualquier momento.
el ensordecedor trueno lo había traído de vuelta a la realidad, no pasaron más de diez segundos para que la lluvia comenzara a caer.
— ¿qué hacemos? no traje paraguas... — alzó su mochila sobre su cabeza.
repentinamente yuta se agachó, invitando a mark a subirse a su espalda. sus zapatos estaban desgastados, podrían llegar a entrarles agua o barro — sube, sólo faltan tres cuadras para llegar a la parada de autobuses.
sus ojos gritaban un dulce "¿puedo?" antes de tocar su espalda, sentía que sería una molestia el tener que cargarlo hasta la parada, pero no parecía ser una molesta para yuta. se apresuró a montar su espalda, agarrándose con fuerza de sus fuertes hombros.
tal como esperaba, yuta era muy rápido. ambos reían emocionados por la velocidad, mientras la lluvia los empapaba de arriba abajo.
todo parecía ir bien, estaban disfrutando de un momento caótico juntos, todo se veía emocionante y divertido a los ojos de mark, pero su sonrisa no tardó en desaparecer al acercarse a la parada.
su padre estaba allí, esperando al autobús mientras hablaba por teléfono. intentó advertir a yuta, pero la lluvia era demasiado ruidosa como para que lo escuchara.
una vez estando debajo del techo de la parada, lo bajó cuidadosamente de su espalda — ven, siéntate.
gracias a esa llamada telefónica su padre aún no lo había notado. ese señor se molestaba con su sola presencia, si llegase a verlo con yuta, quién sabe cómo reaccionaría... detestaba ver a su hijo divirtiéndose o llevando una buena vida.
estaba a punto de sentarse en una esquina con tal de esconderse, pero de repente el asiento se volvió más suave de lo normal.
¡claro que sería suave, son las piernas de yuta!
su padre acababa de cortar la llamada y estaba a nada de girarse hacia ellos. rápidamente tomó la capucha del abrigo de yuta, cubriéndose el rostro con ella. sus narices se rozaban, sus respiraciones eran demasiado audibles, tal como su corazón palpitando sin parar.
el mayor no había visto ese movimiento venir, por lo que su expresión era la misma que la de mark. ambos estaban asustados, sorprendidos... pero sólo uno de ellos sentía algo más, algo enfriando lentamente su abdomen.
— mark... tu mano — susurró debido a la cercanía — está fría.
su movimiento había sido tan rápido que ni siquiera notó que su mano se había adentrado en las prendas de yuta, pero no podía hacer nada para alejarla. cualquier centímetro que se moviera sería lo suficientemente evidente como para que su padre reaccionara.
al ver que mark seguía sin moverse, sostuvo su mano aún dentro de su camisa, intentando calentarla con su temperatura corporal — está bien, puedes dejarla adentro si así gustas. pero tu padre se molestará si ve esto.
y allí fue cuando recordó un pequeño detalle.
su padre trabajaba para yuta.
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KiDNAP 誘拐 YUMARK
Fanfictionyuta no podía aguantar sus graves impulsos de secuestrar y torturar niños.