𝔾𝕦𝕣𝕖𝕦𝕞 / ᵏᵒᵒᵏᵛ

열 여섯

¿Qué diablos?

Taehyung miraba seriamente a la chica en frente de él. JungHa se estaba comportando como otra persona. ¿Qué estaba pasando? La miró con sorpresa, la fría chica que mantenía una cara de póker pero con una pisca de temor al verlo se había convertido en un terrón de azúcar dulce y amigable.

Ella los saludaba con una sonrisa―al parecer genuina―y movía su mano de un lado al otro. 

Taehyung bajó la cabeza y miró sus pies y los de Jungkook. No le apetecía hablar con ella, ni mucho menos mirarla a la cara. No la conocía en realidad pero algo le decía que no debería. Claro, no era justificante aborrecer a alguien sin siquiera conocerlo pero a Taehyung simplemente no le simpatizaba y ya. 

― ¡Hola! ¡Jungkook...y Taehyung!― Taehyung se sorprendió por la manera en la que llamó a Jungkook, ¿Ambos ya no se hablaban con formalidad? 

― Hola JungHa, ¿Cómo estas? ―dijo Jungkook, como siempre siendo amable. 

― Muy bien...y usted... ¿vino a verme? ―dijo, obviamente en son de broma. 

― No, vine a ver a Taehyung. 

El antes mencionado, a pesar de ser excluido de la conversación se estaba partiendo de risa. A veces Jungkook podía ser muy tosco, eso le divertía. Era gracioso como JungHa de repente se arrepintió de decir lo que dijo. Jungkook no lograba captar la inofensiva broma.

― Umm...y-ya lo sabía era solamente una broma.― dijo entre dientes.― Oh, lo siento Taehyung ¿Cómo estas tú? 

― Bien. 

Jungkook miró hacía los lados un poco aturdido, se notaba el de repente cambio de ánimo de Taehyung al hablar con JungHa. Pensó que sería buen momento de intervenir. 

― Uh...JungHa...¿tú hace cuando trabajas aquí? 

― Hace unos años ya...conozco al dueño de este lugar. Fue una gran oportunidad ¿sabes? ―dijo, acariciando su propio brazo con la otra mano.

Taehyung sabía que JungHa había estado en este lugar antes que él, pero no sabía que conocía a su padre. No le interesó mucho, probablemente solo se había visto unas dos veces en alguna reunión. Le resto importancia y lentamente se retiro en silencio mientras Jungkook estaba tratando de cambiar de ambiente. 

Caminó hacía su escritorio y tomó su mochila, se aseguró de que estuviera bien cerrada y se la colocó en el brazo derecho. No iba a soportar una de esas conversaciones secas y carecientes de interés que esos dos estaban teniendo. 

― JungHa...me gustaría seguir hablando pero tengo cosas que hacer y....―Un colega de JungHa interrumpió a Jungkook, JungHa debía ir a hacer otras cosas del trabajo y se despidió rápidamente de Jungkook sin borrar su sonrisa. Era terrorífico el tiempo que pudo mantenerla.

Jungkook corrió donde Taehyung, este estaba yéndose ya.

― Hey, Hey, ¡Hey! ¿Por que me abandonaste allá? 

― Parecían tener una conversación muy interesante, no quería estorbar.―dijo con una cara juguetona. Obviamente mintiendo.

Jungkook caminó al lado de él mientras miraba sutilmente el vestuario de Taehyung. Llevaba una sudadera negra y unos jeans, junto con una mochila negra un poco desgastada. Era un vestuario algo cómodo para ir al trabajo.

― ¿Por qué te fuiste de repente? Digo, de tu trabajo. Apenas empieza el día, no puedes irte así por así. ―dijo, algo preocupado.

― Créeme, no me necesitan ahí. ―pero yo por alguna razón si los necesito...

Taehyung era un hombre de pocas palabras. Sin duda.

Jungkook tenía muchas ganas de preguntarle cosas, no quería aturdirlo pero ahora que ambos estaban bien podía preguntarle sobre su vida. Estaba apunto de decir algo hasta que notó que Taehyung se tropezó con una pequeña piedrecilla. 

Sus manos y rodillas amortiguaron la caída, sin embargo su mochila estaba abierta y todas las fotografías estaban regadas por el piso. 

― ¿Estas bien? ―Iba a recoger las fotografías, pero se detuvo al ver que una de las fotografías cerca de su pie era de él.

Estaba, él sosteniendo a Gureum. 

Taehyung se levantó bruscamente, se limpió la ropa y procedió a recoger las fotografías con rapidez, como si no quería que nadie viese.

― ¿Ese soy yo? ― Taehyung se detuvo y asintió sin mirarlo a los ojos.― ¿Tienes más fotografías mías? 

Taehyung miró a Jungkook con los ojos preocupados y un sonrojo muy notorio en sus mejillas.― N-No me malinterpretes por favor, suelo...suelo tomar foto a cosas bonit- ¡Digo-! ¡Digo, a cosas que veo! 

― ¿Dijiste "cosas bonitas"?― dijo Jungkook con una gran sonrisa de oreja a oreja. Había escuchado perfectamente pero quería más cumplidos de parte del otro.

― ¡No! Me equivoque ¿bien? ¡Ay, ya cállate! 

Jungkook carcajeó mientras recogía unas cuantas fotos.― ¡Pero si no dije nada...!

Miró una de las fotos que tenía en sus manos, era un espejo roto con la mano―de Taehyung al parecer―en el centro. Se podía ver un poco el reflejo distorsionado de la silueta de Taehyung.

Trató de ignorar el sentimiento que cruzó por su cuerpo al ver esa fotografía y miró a Taehyung. 

Pensó en que tan roto debía estar un espejo para que fuese imposible volver a unirlo. 

― ¿Jungkook? ¿Me devuelves la foto? ―dijo, tratando de sutilmente arrebatarle la fotografía de sus manos.

Jungkook asintió y se la devolvió. 

Pensó en el hado, en Taehyung, en él. 

Y pensó en el repentino suceso que fue conocer a alguien como Taehyung. Tan impredecible, intenso y salvaje, de alguna manera Taehyung era lo opuesto a él. Y le agradaba. Le agradaba tener a alguien que no fuera igual de aburrido que él.

Una llamada de teléfono interrumpieron los pensamientos de Jungkook. 

― ....¿Sí? ―dijo Taehyung, con una voz...aterrorizada. 

La curiosidad invadió al contrario, quien se limitaría en preguntar.

¿A que le temía tanto?

Hola. ¡Ya volví! Veo que llegamos a los 1k de vistas AAAAAAA gracias, gracias....KHDKHDJSS entonces...espero ver a lxs lectorxs anteriores aquí, PERDON LA T A R D A N Z A ah y ¿Qué les parece mi forma de narrar?