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Es increíble lo mucho que se puede llegar a aburrir uno estando encerrado en su habitación cósmica desde el inicio de los tiempos...

Para este poderoso pero desgraciado sujeto, los días eran todos iguales: corregía los puntos que evitaban que el universo se desgarrara, dando nuevas puntadas con su aguja hecha del más filoso de todos los metales la cual estaba enhebrada con la fibra más resistente vista jamás. Luego miraba a través de su ventana a los mortales (en la Tierra), encargándose de que sus vidas siguieran el hilo en el cuál él se había encargado de enredarlos al nacer.

Desconocía la razón de por qué tenía esas labores... simplemente había sido así desde que tenía memoria, desde que había aparecido con hilo, una aguja y una tijera en las manos.

El colosal costurero, más grande que las estrellas, se sentía solo.

Consumido por la angustia que le provocaba la desolación y por primera vez en su existencia, decidió cortar.

Cortó parte de la tela de la túnica que lo cubría: crearía su propia compañía. Y como solo conocía a los mortales y a sí mismo nunca se había visto, la haría a la imagen y semejanza de los humanos que se encargaba de vigilar.

Al primer peluche que hizo, le salió mal un ojo.
Al segundo, le había quedado un brazo más largo que el otro.
Y el tercero, por fin, fue perfecto.

Optó entonces por rellenarlo con pelo y fibra, para darle el volumen que necesitaba. Al cerrar la última costura, quedó maravillado: era precioso. Su único y primer compañero era simplemente precioso.

El peluche no hablaba ni se movía por si solo, pero fue tanto el amor con el que lo confeccionó que sin lugar a dudas tenía alma.

Lo llevaba consigo a sus tareas matutinas, le hablaba o simplemente lo miraba. Hacía que sus eternos días en el cosmos fueran más llevaderos.

Pero un amanecer, cuando había posado al peluche a un lado suyo para hacer mejor unas costuras, se desató un viento indomable. Y su compañero se escapó de entre sus manos. Destrozado, vió cómo se alejaba de él hasta quedar atrapado en la órbita de un planeta bastante cercano: la Tierra.

Y él definitivamente iría a recuperarlo.

El Costurero [JiKook] [mini-fic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora