Yibo asistió al sepelio de Ayanga pensando en encontrar a Xiao Zhan allí pues luego de su misión no logró verlo.
"Buenos días. " saludó al equipo que aún tenían.
"Llegas tarde."
Yibo quedó sorprendido pues Xiao Zhan estaba en su asiento, escribiendo en su computador y con varias cajas sobre el escritorio.
"¿Dónde estabas?"
El mayor sonrió ante la pregunta del chico, sin siquiera quitar la vista de la pantalla.
"Eso es lo de menos, por favor empaca tus cosas. El ministro en Beijing nos ha pedido regresar."
"Te hice una pregunta ¿dónde estabas?"
"Dije que es lo de menos, comienza a guardar lo más importante mientras termino de escribir el reporte para el ministro de aquí."
Wang Yibo no soportó la insolencia de su mayor, jalo de la silla y colocó ambos brazos en cada hombro de Xiao Zhan.
"¿No sabes lo preocupado que estaba? ¿Tienes idea de la infinidad de cosas que pasaron por mi cabeza? Maldita sea Xiao Zhan, respóndeme."
Más que unas preguntas eran una leve información de su desesperación. Había investigado el paradero de su mayor luego de no verlo pero le fue imposible una localización exacta.
"Wang Yibo. Te aconsejo soltarme ahora, alguien puede malinterpretar esto."
Las. personas por los pasillos quedaron en incertidumbre al ver la pequeña conversación de ambos capitanes. Xiao Zhan al percatarse de ello se levantó de su asiento y caminó hasta el medio de las oficinas.
"Escuchen con atención." Gritó. "Es lamentable la muerte de Ayanga y muchos aquí le tenían más que respeto pero nada se soluciona llorando o transitar por los corredores como alma en pena así que regresen a sus actividades. La muerte de un compañero no se resuelve lloriqueando por todos lados."
Los subordinados miraron sorpresivos al capitán Xiao. Era un servidor muy gentil, amable y también exigente pero jamás uno gritón o insensible.
"¿Acaso no hable claro? ¡vuelvan a sus funciones!"
Xiao Zhan seguía mirando los archivos que logró llegar consigo como algunas notas que tomó mientras seguían en el avión rumbo a Beijing. Yibo, por su parte, estaba perdido en sus pensamientos.
"Pasajeros con destino a Luoyang estaremos aterrizando en unos minutos por favor preparen sus pertenencias para bajar."
"¿Dijo Luoyang? Maldición nos equivocamos de vuelo."
El mayor guardó los papeles que estaba leyendo rápidamente, debían llegar a Beijing lo la pronto posible.
"Yibo, tonto reacciona. Es el vuelo equivocado, debemos tomar el transporte más eficaz a Beijing."
Yibo no le respondió en absoluto, alistó sus pertenencias y comenzó a caminar rumbo a la salida, dejando a Xiao Zhan solo.
"Entiendo Jefe... Si, en cuanto tengamos un vuelo disponible estaremos allí. Adiós."
Xiao Zhan contactó a su superior para informar el paradero de ambos y harían todo lo posible por regresar.
"Iré a programar un vuelo directamente con el gerente. Cuida de mis cosas."
Yibo sujeta fuerte la mano de Xiao Zhan, logrando que no avance a su destino.
"Beijing puede esperar, Luoyang no."
Los ojos del más bajito seguían penetrando el interior de Xiao Zhan, haciéndole sentir incómodo y nervioso.
"Capitán Wang, como funcionario debería entender que una situación así puede ser contraproducente."
"Correre el riesgo. Ahora responde ¿dónde estuviste?"
"Te lo repito, la gente puede tener una idea equivocada de nosotros."
"La gente puede pensar lo que quiera. El mayor Xiao no ha respondido."
Poco a poco la cercanía se hacía más evidente junto con la preocupación de Yibo.
"La muerte de Ayanga pudo ser dura para ti pero por favor permíteme estar a tu lado en momentos así."
Sin esperarlo, el cuerpo de Yibo le tomó fuertemente en un abrazo. Uno largo y cálido.
"T-tonto ¿crees que me iba a suicidar por algo así?"
"No sé que piensas la mayoría de las veces pero cuando atravieses una situación difícil por favor confía en mi."
El corazón de Xiao Zhan comenzó a latir rápidamente y sus mejillas a tornarse de un suave rojo carmín.
Iba a responderle pero los ojos curiosos por encima le hicieron lanzar lejos al menor.
"Tenemos que conseguir pasajes."
"Dije que Beijing puede esperar."
"Wang Yibo, te digo que estoy bien. Debemos regresar ahora mismo."
"Perdí mis vacaciones por ir a esa misión, deberían tenerme paciencia por darme un respiro."
Yibo arrastraba el cuerpo de Xiao Zhan por todo el centro de Luoyang. Habían dejado su equipaje con un encargado del aeropuerto y señalado que lo llevaran a un departamento que pertenecía al menor.
"Dos funcionarios públicos tomando vacaciones durante su jornada laborar. Que grandioso espectáculo."
"Nadie aquí debe saber que somos capitanes a menos que sea bastante obvio."
Xiao Zhan miro por los alrededores, parecía una celebración del lugar pues varios turistas y habitantes usaban ropa tradicional además de los puestos que encontraban.
"El festival de las flores dura cuatro días así que Zhan Ge tendrá tiempo que soportarme todo este tiempo."