☆CAPITULO 13 ☆

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"¿Seguro que nada te pasa?"

Sonrei apenas lo escuche preguntar por cuarta vez desde que habíamos subido a su coche, el problema con la beta esa, se no solo bajarme los ánimos, sino tambien de recordarme que tenia algo importante que decirle a Ventus, algo que seguramente, si es que me quería siquiera, le vendría tan mal como a mi desde que lo recordé.

"Estoy bien, lo prometo."

"¿Por la garrita?"

"¿Hmm?" Aleje mi mejilla del cristal de la ventana, mirandolo con un claro signo de interrogación en mi rostro ¿Garrita?.

"La garrita" Repitio sin mirarme, aunque estaba seguro que el se hacia una idea de mi confusa expresión. "Te escuche durante ese día, en el estadio, le decías a Sora que hiciera algo y y hacías que te lo prometa por la garrita ¿No? ¿Que es eso?".

Asentí, volviendo apoyar mi cabeza en la puerta, no siquiera sabia cuanta atencion nos había prestado, pero saberlo, me hacía muy feliz. Mordi mi labio para reprimir una sonrisa, mientras mis manos empezaban a jugar entre ellas, sabiendo lo que vendria después de mi respuesta.

"Es el juramento más importante que existe" Aclare, mirando de re-ojo. "No se puede mentir o romper, la garrita es sagrada."

"¿Entonces me prometes por la garrita que todo esta bien?"

Lleve una de mis manos a mi labio y tironee ligeramente de estos, jugando con el inferior mientras pensaba exactamente que decirle. No podia comentarle lo de Mitsuki, era una de las tantas veces que me habían tratado así y debia aprender a ya no reaccionar ante ese tipo de personas, pero habia lago más y siendo honestos, Ventus merecía saberlo.

"Salgo de vacaciones el miercoles"

Lo solte y suspire. Si, esa era la principal razón de todo mi mal animo, no por que no extrañara mis vacaciones, de hecho antes de conocer a Ventus contaba dia a dia, hora a hora o los minutos para terminar con el ciclo de lo que es el infierno, o una universidad para los que no son tratados como yo; sin embargo, ahora habia algo, Ventus me llevaba y traía de clases todos los dias, no es que yo necesitara transporte, me habia sabido valer desde que mis padres me dieron la espalda, la única verdad detrás de todo era que yo usaba esta excusa para ver a Ventus diario; ahora, sin universidad, no hay ida y vuelta, no hay Ventus.

No quiero perder a ventus. Quiero a ventus. Necesito a ventus.

Rode los ojos ante las palabras que me mandana mi subconsciente. Si, estupido omega, yo lo se, yo se en lo que nos hemos metido y no podemos estar más jodidos, habernos vuelto dependiente de un alfa que ni nos corteja, considerando que nos acelera el corazón como a quienceañeras y que ahora se me acaban las excusas para verlo ¿Que podría ser peor?

"¿En cuatro días?"

"Si." Lo mejor que se me ocurrió fue dar respuestas cortas, de esa forma evitaba que mi voz se quebré o terminar, de nuevo, llorando entre sus brazos, por mucho que muriera por tenerlo calmado, tampoco es que fuera un niño llorón. Mierda, soy Vanitas Le, siempre he estado solo ¿Por que ansio tanto que estos brazos me abracen?

Mierda, mierda y más mierda. ¿Que hiciste conmigo, Ventus.?

"Es bueno ¿No? Ya te merecías un descanso."

Asentí con la cabeza, queriendo abrazar mis piernas y llorar acurrucado en ese espacioso lugar de su auto. Cerre los ojos con fuerza y pense en Sora. Sora, amor, eres lo único que me salva de soltar feromonas y que Ventus huela mi olor, mi panico, o que comprendiera lo asustado que estaba ante la idea de perderlo.

the perfect omega | Kingdom Hearts Donde viven las historias. Descúbrelo ahora