Quédate Conmigo | Jung Yong Hwa [CNBLUE #1]

Capítulo 9: A ella le gusta y a él también

Cerca de la puerta principal de mi colegio divisé a Felipe y Débora. ¿No se les hacía muy incómodo? Parecía como si nada hubiera pasado, hablaban de lo más normal. 

—¡Mati! —gritó Deb al verme. ¿En serio? ¿Existía la necesidad de hacer eso?

—Hola —respondí en seco.

—¿Sabes cuánto hiciste que me preocupara? —intervino Pipe furioso. Su mirada asesina podía matar a cualquiera, ¿no lo sabía? 

—Eh, es que yo... —quise explicar.

—¡Vaya! ¡Tú debes Yong Hwa! —interrumpió Deb, sí que había hablado muy alto, entonces mi amigo y yo volteamos a verla—. Meg... Mati nunca me dijo que fueras tan lindo... ¿Tienes novia? —osó decir, era capaz de expresar todo lo que pensaba con palabras, no se callaba nada. 

—Yo... —empezó Yong Hwa. 

—Ya déjalo, ¿no ves que lo pones nervioso? —le dije a Deb para que le bajara a su intensidad.  

—Está bien, está bien, pero me debes una explicación. ¿Por qué no me dijiste que compartías habitación con un chico tan...

Le tapé la boca a mi amiga antes que pudiera decir más, sino lo hacía la situación se iba a poner aún más incómoda. Le tomé del brazo y nos despedimos. Luego, literalmente, la arrastré hasta que estuvimos a una cuadra de la escuela. Mientras tanto ella reclamaba que quería ver a Yong Hwa.

—¡Oye! —chilló después de que la soltara. 

—¡No sabes lo incómodo que fue eso! —le reclamé. 

—Es que es muy lindo, ¿no lo ves? —se excusó, solo podía mirar al lugar en el que aún estaban parados Yong Hwa y Pipe—. Si fuera mi compañero de cuarto no sé de lo que sería capaz de hacer —confesó mordiéndose los labios. 

—¡Deb! ¡Suficiente! 

—¡¿Qué?! Solo digo la verdad —reaccionó. En parte por mis gritos y también porque los chicos ya habían entrado a la escuela.

—Ya, ya, ya... ¿Por qué me esperabas? —pregunté tratando de pensar en otra cosa. 

—Por el bolso, los chicos no pueden usar uno de esos, sería muy raro.

—¡Yong Hwa! —exclamé al recordar que él me había quitado el bolso en el camino y no me lo había devuelto. 

—Sí, es guapo, ¿no crees? —cambió de tema otra vez. ¡Que alguien la golpeara! Ya la había perdido. 

—No, él se quedó con el bolso —expliqué y la bajé de su nube. Bueno, era verdad lo que ella decía pero no podía decirlo frente a Yong Hwa, se me hacía muy raro—. Entro y te lo traigo. 

—No tengo tiempo, se suponía que debía estar en otro lugar...Mejor, acordamos otro día. 

—¿En serio? Y tú que querías seguir hablando con Yong Hwa.

—¡Ya basta! Solo quedemos un día... ¡Dios! ¡Ya son las doce! —se despidió y corrió. 

—¡Adiós! —alcancé a decir. 

Yendo a mi habitación pensaba en Yong Hwa y Débora. ¿A él le podría llegar a gustar? ¿Debía hacer algo? Ese chico me había empezado a gustar y no podía hacer nada. Estaba muriendo en mi interior. Intenté ser positiva pero eso no funcionó. ¡Cruel vida! ¡Tenía que enamorarme de alguien de mi escuela! 

—¿Por qué tan distraída? —preguntó Yong Hwa al verme entrar a nuestro cuarto perdida en mis pensamientos—. ¡Oye! ¡Niño! ¡Respondele a tu amo! —gritó y le presté atención. 

—¡¿Tienes que llamarte a ti mismo "amo"?! —exclamé. 

—Sí, ¿tienes algún problema con ello, esclava? 

—¡Qué más da! —dije subiendo las escaleras, quería tirarme sobre mi cama unos minutos ante de ir a almorzar aunque, la verdad, no tenía mucha hambre.

—¿No vas a almorzar? —preguntó Yong Hwa quien me había seguido hasta el segundo piso. 

—No tengo ganas de comer —enterré mi cabeza en la almohada. 

—¡Pues vas! —ordenó. 

—¿Quién te cree... —volteé a verlo.

—¿Cómo te atreves a hablarle así a tu am...

—Sí, sí, mi "amo". ¡Qué fastidio! —me levanté de la cama y lo seguí al comedor. 

En el camino se nos unieron Gustavo, Luis, Juanca y Felipe. Sin embargo, los tres primeros se fueron al ver que estaban transmitiendo otro partido por la gran pantalla del comedor. Todos querían conseguir buenos asientos. Los que restamos fuimos a escoger nuestros platos y nos sentamos en una mesa un tanto cercana al televisor.  ¡Hombres!

—¿Mateo? —Yong Hwa quiso llamar mi atención mientras comía. 

—¿Sí? —respondí. 

—Esa chica... Tu amiga de hace rato...

—¿Qué hay con ella? —pregunté. Tan solo esperaba que no dijera que le gustaba. Era algo egoísta pero... ¡No! Lo que él pensara de ella no debía interesarme. 

—Es bonita, ¿la veremos otra vez? —dijo de la nada. Estuve a punto de atorarme con la cucharada de arroz que me metí a la boca.

—Ah... Eso —intenté sonar relajada; sin embargo, en mi interior deseaba que Yong Hwa estuviese bromeando o algo—. Quedaremos otro día —me digné a decir.

—Vale, me avisas —terminó de comer y se paró—. Cuando termines lleva estos también —se refirió a sus platos y  fue a ver el partido con los demás que estaban frente a la pantalla. 

—Sí que le gusta —dijo finalmente Felipe. 

—¿Tú crees? —quise ser positiva. 

—Claro, uno no pregunta por una chica así, de la nada. Solo lo hacemos si nos ha atraído. 

—Y... ¿No te molesta? —pregunté. 

—¿Lo dices porque Débora solía salir conmigo? —dijo y asentí con la cabeza—. No, eso está en el pasado, además, a mí me gusta alguien más. 

—¿Quién? Dime~ —me interesé, creía que tal vez cambiar de tema serviría.

—Ya te enterarás... Y no insistas, todo a su tiempo. 

—Me enteraré antes de todos modos —me quejé. 

—No lo creo —se burló y siguió comiendo. 

La tarde fue algo aburrida, no hice nada más que permanecer tendida sobre mi cama. Al menos Yong Hwa se distraía hablando por internet con sus amigos y familiares. Sonaba chistoso, no le había escuchado hablar en coreano antes. Bueno, aparte de cuando hablaba en sus sueños. 

—¿Sigues despierta? —preguntó desde el primer piso. 

—¡Sí! ¿Qué quieres? —le respondí gritando. ¡Mal humor activado! 

—¡Pásame el número de tu amiga! —respondió. Yo me senté sobre la cama ¿Era en serio? Sabía que podía ocurrir eso pero... ¿ahora?

—Espera un momento —cogí un post-it y anoté el número que tenía de ella en mi celular, bajé las escaleras y se lo entregué. 

—Gracias —sonrió.

—¿Para qué lo quieres? 

—Eh... Necesito hablar con ella. 

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Algo más tarde de lo acostumbrado pero aquí está el siguiente capítulo. Espero que les haya gustado. Gracias por leer y por favor disculpen mis faltas ortográficas, todavía falta editar. :( 

Saludos.

Fabiola. 

PD.  Débora está en multimedia.