Capítulo 14: Ya no me quieres

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Luego del beso Yong Hwa se me quedó mirando y yo a él. No pensaba en nada más hasta que el recuerdo de Débora vino de nuevo a mi mente. ¡Mierda! ¿Qué había hecho? 

Salí corriendo sin tomar en cuenta los gritos de Yong Hwa detrás de mí. Lo perdí al cabo de minutos. Había besado al novio o lo que sea de mi amiga. Me sentía de lo peor y me entraron ganas de gritarle a Yong Hwa por iniciarlo. 

No sabía a dónde ir, fue entonces que recordé la cabaña a la fui el primer día de clases. Parecía ser el perfecto lugar para alejarme de todo el mundo y ordenar mis pensamientos. Una vez dentro del lugar me tiré sobre uno de los sillones de la sala. Escuché el tono de notificaciones de mi celular y lo saqué de mi bolsillo. Era Yong Hwa. 

"¿Dónde estás? Tengo que hablar contigo"

 No era hora de enfrentarlo, no todavía. 

Sin querer me quedé dormida aunque la siesta no duró pues me desperté con el grito de alguien. 

—¡Joder, Mat! ¡Me asustaste! —exclamó de nuevo. ¿No dormía dormir tranquila?

—¿Pero qué... —froté un poco mis ojos no podía ver bien—. ¿Darío? 

—¡Y quién más!

—¿Qué haces aquí? ¿No le tenías miedo a este lugar?... ¡Vete! ¡Está tomado! ¡Es mío! 

—Ya no, ahora es mi almacén —aclaró. 

—¿De qué? —pregunté sentándome y tocándome la cabeza, el sillón estaba viejo y gastado, me empezaba a doler todo el cuerpo. 

—¿De qué crees? —dijo un tono de voz pervertido. ¡Comprendido!... ¡Qué puerco! 

—Regresemos de una vez que ya va a ser medianoche y nos regañarán —dije. 

—Espera un momento. 

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—¿Mat? ¿Sabes si tu amiga llegó bien? —preguntó Darío en el camino. 

—¿Hablas de Débora? —mi amigo asintió con la cabeza—. No lo sé, no he hablado con ella. ¿Por qué preguntas? 

—Es que en la fiesta quería bailar con Yong Hwa y él le dijo que no... Terminó emborrachándose y la tuvimos que acompañar hasta la entrada. Pero no supe más porque Yong Hwa dijo que tenía que hablar con ella antes que se fuera. 

—¿Ella estaba borracha? —me había perdido de mucho. 

—Sí. ¿Crees que deba invitarla a salir? ¿No crees que así se olvide de Yong Hwa? Parece que él ya está interesado en otra.

—¿Y cómo sabes que a él no le gusta Débora? 

—Sencillo, mi querido Mateo. Cuando una chica escribe el nombre del chico que le gusta en su cuaderno una y otra vez puede ser que simplemente es un amor pasajero; sin embargo, si un hombre hace eso con el de una chica, ya es caso perdido. 

—¿Megan? —pregunté aún incrédula. 

—Sí, ¿la conoces? 

—Algo así —estaba a punto de gritar de felicidad pero me controlé. 

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Una vez que Darío y yo nos separamos no pude ocultar mi felicidad. Podía morir. 

Me dirigí a mi habitación de nuevo, toqué la puerta como siempre y un molesto Yong Hwa me la abrió. 

—¿Estás son horas de llegar? —me reclamó. 

—¡Bájale a tu enojo! —grité aún sonriente. 

—Megan —me detuvo Yong Hwa antes de que pudiera subir las escaleras—. Lo que te tenía que explicar...

—Ya no importa —le interrumpí. 

—¿En serio? —dijo extrañado y yo solo asentí—. Entonces... Explícame por qué vienes tan sonriente y no me digas que vienes de ver a Felipe. ¿Ya me estás engañado? 

¿Le daban celos Pipe cuando ya le había dicho que me gustaba solo él?

—Ni siquiera salimos —le aclaré. Iba a ser divertido torturarlo un poco. ¡Venganza de esclava por todo el trabajo de dos semanas! 

—Pero me dijiste que te gustaba, ¿cómo puedes cambiar de opinión así de rápido? —él estaba al borde de la locura. ¡Totalmente divertido!

—La gente cambia —le seguí la corriente. 

—De mí nadie se desenamora, ¿entendido? 

—Lo que tú digas —dije, cogí mi pijama y entré al baño. 

¡Megan! ¡Te enamorarás de mí de nuevo! —escuché que gritaba desde el otro lado de la puerta. 

Aproveché para tomar una ducha rápida, mientras tanto planeaba forma de torturarlo por celoso. ¿Quién en el mundo va a pensar que no le gustas luego de haberte confesado y besado con esa persona? ¡Tonto! 

No pegué el ojo en lo que restó de la noche. ¡Demasiado por ese día! 

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El día siguiente fue totalmente genial ver los intentos sutiles de Yong Hwa por "conquistarme". Pasé de ser la esclava a la ama. No estaba nada mal. 

—¿Qué le pasa? —me preguntó Pipe sobre Yong Hwa en la case de música.

—Ni idea —mentí.

Y así se pasó una semana entero de diversión a lo grande. A veces me daban ganas de decirle que lo sabía todo, que sus intentos no servían para nada y que todo era para molestarlo por  haber sido su esclava, si le gustaba en ese entonces pudo haberme dicho que dejara de serlo pero no dijo nada. ¡Venganza estilo Megan! 

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El viernes me tocaba clase de natación. ¡Hora de nadar con camiseta! Tuve que esperar a que todos terminaran de cambiarse para luego escabullirme al baño privado de la maestra, me había dado la llave para usarlo cuando quería pero hacerlo cuando la puerta daba a los casilleros de los chicos era hacerles creer que habían preferencias. ¡Soy una chica! No puedo bañarme frente a un montón de otros de chicos. 

Me escondí en el depósito hasta que vi que todos salieron de las duchas. Entré al baño privado y me duché tranquila.

Salí secándome el cabello con la toalla y mi camino se vio interrumpido por una persona. Levanté la cabeza, era el tonto. 

—Así es como haces para que bañarte luego de la clase de natación. ¿Sobornaste a la maestra? —me acorraló, mi cuerpo estaba apoyado contra el muro y se pegó lo suficiente a mí como para no dejarme salir. 

—Algo así —le respondí mirándolo a los ojos. ¡Qué hay me matara! ¡Qué lindo! 

—No me digas que ahora que me ves así de cerca no te parezco sexy —dijo y se acercó aún más a mí. 

No seguí más con la plática y lo besé. Ya era suficiente tortura, al menos para mí, 

—¡Qué mierda Megan! ¡Te van a descubrir! —escuché que gritó Juanca. ¿Pero qué? ¿Lo sabía?

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Hola, espero que les haya gustado este capítulo. Voten y comenten qué tal les ha parecido. Gracias por todo su apoyo.

Perdón por las faltas ortográficas. :(

Saludos.

Fabiola.

Quédate Conmigo | Jung Yong Hwa [CNBLUE #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora