Chapter 26

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Descargo de responsabilidad: No tengo nada, esta historia no me pertenece, Fate/stay night y sus personajes es propiedad de Type Moon. No se pretende difamar la obra original

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Una oportunidad del destino (parte 26)

Arturia Pendragon -

Arturia miró fijamente la forma que se estaba construyendo ante sus ojos. Ya tenía una forma humana, pero estaba lejos de completarse. Así era como había nacido su hijo.

Mordred había sido un homúnculo después de todo. ¿De qué otra manera alguien de veintitantos años tuvo un hijo también de veinte?

Cerró los ojos y recordó toda la pesadilla. Todo por su deseo de que Ginebra concibiera. ¿Qué más podía hacer Arturia? Muchos en la Corte estaban hablando de que Guinevere sea reemplazada por otra persona. La paz estaba a la vuelta de la esquina y la Corte estaba preocupada por la Sucesión.

Arturia había amado a Ginebra. No había habido mucha relación física entre ellos, pero ambos se habían preocupado el uno por el otro. La idea de que la reemplazaran había sido dolorosa. Y entonces ella había ido a Merlín para encontrar una manera, y él había alistado a Morgan para que la ayudara.

Durante cuarenta y ocho horas Arturia había sido un hombre. Arturia no recordaba mucho de ese tiempo; Morgan se había asegurado de eso. Pero Guinevere había quedado embarazada de Arturia.

Morgan también. Aunque si había llevado a término a un niño separado o simplemente había usado su magia para acuñar a Mordred con el esperma que había recuperado de su encuentro sexual, Arturia no lo sabía. Tampoco a ella realmente le importaba.

Sin embargo, su plan había funcionado, si no de la forma que esperaban. Ginebra perdió al niño y casi muere por complicaciones. Las reacciones de la Corte fueron tales que cuando logró salir adelante, ya no hablaron de reemplazarla. Gawain era el heredero, y serían él o sus hijos quienes, salvo un milagro, tomarían el trono cuando Arturia muriera.

La voz incorpórea de Sella la llamó: "Gracias. Sé que esto debe parecer vano o inútil, pero le prometí a Leysritt que viviría por ella. Y mientras no lo haga, sabré que alguien llevará nuestro legado".

Arturia asintió estoicamente. Ella lo entendía, todos querían dejar algo atrás cuando murieran. Arturia ciertamente esperaba dejar atrás una nación en paz, una lo suficientemente fuerte como para soportar la corrosión en curso del Imperio Romano.

Ella había fallado.

Su última esperanza había sido el Grial, y ahora sabía que estaba contaminado, incluso eso le había sido quitado. Ella haría lo que pudiera para ayudar a Shirou y sus aliados. Y salvaría a Ilya en nombre de su amiga Irisviel. "¿Has encontrado adónde llevaron a Ilyasviel?"

"Sí. Voy a pedirle a los servidores que le preparen el transporte. Deberían estar listos momentáneamente. Le recomiendo que se lave y se cambie. La ropa estará en la habitación que pasó en la última Guerra".

Arturia suspiró. Otro de esos odiados trajes. Solo los había usado porque Iri le había suplicado….

Por otra parte, tal vez estaba bien que salvara a Ilya en uno. Rápidamente se limpió y se miró en el espejo. Ninguna de sus dudas o desesperación se mostró. Tenía el mismo aspecto de siempre. Sigue siendo el rey real de Gran Bretaña. Sigue siendo el joven atrevido que había tomado a un pueblo desgarrado y lo había unido para hacer retroceder a los invasores.

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