Fate/Prilika

Chapter 31

Descargo de responsabilidad: No tengo nada, esta historia no me pertenece, Fate/stay night y sus personajes es propiedad de Type Moon. No se pretende difamar la obra original

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Una oportunidad del destino (parte 31)

Sakura Matou-

Sakura Matou supo en el momento en que se despertó que algo había cambiado dentro de la finca Emiya. Cerró los ojos e infundió un poco de prana en algunas sombras cercanas.

Era un hechizo que estaba inscrito en ella, pero no uno que usara a menudo. Infundió una parte de su esencia en una sombra y le permitió usarla como familiar. Zouken había usado insectos, pero para ella las sombras funcionaban mejor.

Eran cosas diminutas, de muy poco poder o estatura. Pero también eran casi imposibles de ver. Si hubiera estado fuera de la casa de Emiya, era probable que los rechazaran, a pesar de que tenía las llaves de sus campos delimitados. Como la mayoría de los campos delimitados, los espíritus débiles y los familiares a menudo fueron excluidos. Cuanto más fuerte sea el campo, más poder necesitaría un familiar para evitarlo.

Eso no fue una preocupación para ella. Ella simplemente estaba observando lo que estaba sucediendo dentro de la propiedad. Todos los yakuza se habían ido. Caster y Saber estaban haciendo algo en el cobertizo de Shirou. Su débil familiar no podía ver el círculo que Caster estaba usando para algún ritual.

Caster se sintió extraño para ella y Saber estaba débil. Pero todavía estaba presente y eso significaba que Rin había sobrevivido de alguna manera. Sintió un poco de consternación por eso, seguido de una ola de culpa.

Ella suspiró y envió a sus familiares a buscar a su hermana en la propiedad. Y la encontré.

En los brazos de Shirou.

Ambos estaban durmiendo ahora, pero era bastante obvio lo que habían estado haciendo.

Sakura se sentó, su cuerpo pegajoso por toda la sangre seca y otras sustancias. Miró a su alrededor, el futón arruinado se le pegaba ligeramente. Pedazos de su cuerpo cubrían la habitación. El futón estaba empapado con su sangre hasta el punto de que se necesitaría más magia para arreglarlo de lo que sería práctico.

Su familia tenía dinero. Sería fácil de reemplazar.

Miró su nueva piel pálida y examinó su cuerpo en busca de signos que mostrara su verdadera naturaleza. Que la corrupción que había en ella sería evidente, lo suficientemente obvia como para que la hermana y Shirou la despreciaran.

Realmente no la necesitaban después de todo. Ella los necesitaba.

Pero no hubo imperfecciones. Necesitaba limpiarse, pero aún se veía normal. Todo su cabello ahora era de un blanco puro, pero eso fue una pequeña sorpresa. Necesitaría un espejo para comprobar sus ojos, pero lo más probable es que aún fueran del brillante carmesí al que habían cambiado.

Nada de esto sería demasiado difícil de ocultar. Unas pocas ilusiones simples, un poco de manipulación de sombras para el cabello, y se vería casi normal. Siempre había habido un pequeño efecto latente que impedía que la gente notara lo extraños que eran sus ojos. Solo un poquito de trabajo.

Se puso de pie, haciendo una mueca por el desorden y el olor que la rodeaba. Era más que solo el futón lo que tendría que ser reemplazado.

Sus familiares encontraron a Ayako limpiando el baño.