—DOE—
Todo en el armario de Jimin, en mi armario, era de color claro. Más allá de las puertas plegables, era un mar de blanco, amarillo y celeste. Mayormente camisas coloridas y shorts de colores pastel. No es que todo fuera feo. Por el contrario, era muy hermoso. Un poco conservador, pero hermoso. Pero anhelaba la ropa que había dejado con Suga. Camisetas negras, pantalones ajustados y zapatillas.
Todo fue escogido y comprado para mí, cortesía de JHope.
Lo cual era otra razón por la que los amaba demasiado.
Pasé mis manos sobre las diferentes telas en el armario y me pregunté como en el lapso de unos cuantos meses mi gusto pudo cambiar tan drásticamente. O tal vez siempre me gustó mi cómoda ropa, pero simplemente no había sido capaz de decir lo que pienso.
Tal vez cuando perdí la memoria, me crecieron más las bolas.
Después de un poco más de búsqueda había encontrado algunas cosas en las que me sentí cómodo después de una rápida ducha, me puse un par de tenis Converse, una camisa negra con cuello V, y unos shorts negros. Me reuní con Jungkook afuera en el frente de la casa como él había indicado. Él se estacionó en una brillante camioneta negra último modelo con detalles en cromo brillante. Algo tuvo que haber sido hecho para hacerla más alta que la mayoría de las camionetas, lo que me tuvo pensando acerca de otra camioneta negra. Más del tipo de una camioneta de granja de los sesenta o los setenta, y el hombre que lucía bastante bien conduciéndola.
- ¡Papi! - Hoseoki gritó desde el asiento trasero, trayéndome de vuelta al presente y mi corazón dio un pequeño salto.
- ¡Vayamos a conseguir unos recuerdos! - dijo Jungkook, rodeando la camioneta para abrirme la puerta.
Durante una media hora completa de viaje, Hoseoki balbuceaba sin cesar. Estaba impresionado con la paciencia de Jungkook, especialmente cuando Hoseoki dejó escapar un chillido agudo que sólo podía ser descrito como el grito de un pterodáctilo y Jungkook sólo se rió y se encogió de hombros.
- Él hace eso cuando está frustrado. - Jungkook frunció sus labios. - Y cuando está contento, y cuando está enojado, y cuando... él lo hace todo el tiempo. - admitió. Giramos hacia una salida marcada como Indian Reservation. Cruzamos debajo de un letrero hecho de ramas dobladas que anunciaba que el lugar se llamaba EL MUNDO DIVERTIDO DEL COCODRILO. Hoseoki gritaba de alegría cuando Jungkook lo sacó de su asiento y al segundo que sus piecitos tocaron el suelo, corrió hacia las puertas delante de nosotros.
Perseguimos a Hoseoki de exhibición en exhibición. Todo el tiempo, Jungkook me habló sobre lo que habíamos hecho antes ahí. Lo que había dicho. Lo que había pensado acerca de los flamencos o de las tortugas. Cualquier cosa para conectar con el pasado con el presente y desatar una memoria. La mayor parte del tiempo, yo sólo sonreía y asentía mientras veía al pequeño lleno de energía que era mi hijo correr alrededor de nosotros.
Para el almuerzo comimos hot-dogs de un carrito y los trajimos hasta la pequeña plaza para ver la alimentación de cocodrilos.
Hoseoki se arrastró sobre mi regazo. - ¡Papi, mida! - exclamó, apuntando a donde un hombre vestido con un traje estilo safari, había entrado por la puerta que albergaba un oscuro tanque pequeño. - ¿Dónde están los cocodilos? - preguntó, masticando de su puño mientras hablaba, esparciendo la mostaza de su hot-dog en su nariz. Jungkook se estiró y le limpio su cara con una servilleta.
- Tienes que ver el estanque, amiguito. - dijo Jungkook, señalando hacia el agua. Cuando el entrenador ató un pedazo de carne roja al final de una cuerda, unida a un palo grande, la audiencia de alrededor veinte personas estaba callada. Él empujó el palo sobre el agua y lo sacudió, así como la cuerda y la carne colgando de ésta, danzando en el aire. En menos de un segundo, varios cocodrilos subieron a la superficie en una serie de salpiques y golpes, abriendo sus fuertes fauces y trepando uno encima de otro para conseguir la carne. El más grande de ellos fue el que tuvo éxito, clavando sus afilados dientes alrededor de la carne, rompiendo la cuerda y desapareciendo de regreso bajo el agua tan rápido como apareció. Jungkook y Hoseoki aplaudieron y animaron junto con el resto de la audiencia, pero todo el asunto se sintió inquietante para mí. El entrenador estaba provocando bestias mantenidas en cautividad.
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02. EL TIRANO ||YOONMIN||
RomanceRecuerdo. Todo. Sólo que ahora deseo no hacerlo. Cuando la neblina es succionada de mi mente como humo a través del vacío, la verdad que ha estado más allá de mi alcance por meses, por fin se revela por sí sola. Pero el alivio que pensé que sentiría...