Capítulo 1

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Ya era parte de su rutina, la cual a decir verdad no variaba mucho con los días, se despertaba, asistía a clases, perdía su tiempo con Chan, dibujaba algo y volvía a casa sin ninguna novedad más que tareas. Era sencilla, pero lo suficiente productiva para que le consideraran un humano funcional y lo suficiente productiva para sacarlo a la fuerza de su cama en esos días en los que una nube se le echaba encima.

Su vida carecía de grandes emociones, no porque así lo quisiera sino porque así es como debía ser. Someterse a situaciones que despertaran emociones que le eran desconocidas solo daba paso al estrés y el estrés despertaba su ansiedad, y así se formaba un ciclo del que prefería mantenerse alejado.

Mordió el interior de su mejilla cuando notó que se había perdido en sus pensamientos y sus trazos eran desiguales, borró el desastre que había hecho y le echo un vistazo a la persona que estaba dibujando, como de costumbre Hyunjin se hallaba en el centro del patio practicando junto a su grupo de amigos o compañeros, lo que sea.

Solían adueñarse de esa parte del patio para practicar coreografías y los demás alumnos se sentaban cerca con el único fin de curiosear, cómo era su propio caso, aunque no es que le importara en sí la danza, es decir, todos lo hacían bien y aún con su nulo conocimiento acerca del baile Felix se sorprendía cada vez que tenía oportunidad de verlos, sin embargo, no era el baile lo que capturaba toda su atención, se trataba de Hyunjin.

La primera vez que le vio fue a principio de año y ya hacía cuatro meses de eso, había caído bajo el encanto del chico y ahora su manía consistía en observarlo lo suficientemente lejos para no llamar ninguna atención. El tiempo le fue enseñando cosas del chico, como que poseía una personalidad envidiable y una soltura que Felix anhelaba, cada vez que los chicos terminaban alguna coreografía los estudiantes se acercaban a ellos para felicitarlos y Hyunjin no mostraba ningún signo de nerviosismo, todo lo que hacía era asentir con una sonrisa radiante y compartía con sus amigos.

¿Cómo sería vivir la vida de esa forma? se preguntaba cada vez que le veía, poseer esa confianza en sí mismo, estar al tanto de tus capacidades y agradecer cuando alguien te felicitaba en lugar de disculparte.

No fue hasta dos meses después de verlo que Felix se animó a dibujar a Hyunjin, dudaba de sus propias capacidades y temía no conseguir capturar la esencia del chico aun cuando los profesores se esmeraban en felicitarlo y hacerle saber que era el mejor estudiante de su clase. Sus dibujos solían destacar, y sin embargo, Felix no veía gran cosa en ellos.

Cosas que pasan cuando eres ansioso y tu autoestima está enterrada junto a tu nulo interés de vivir.

Su primer dibujo fue un desastre, la distancia no le permitía observar con detalle las facciones de Hyunjin, solo su musculatura. Para su tercer intento Chan llegó con una terrible propuesta.

—Si quieres podemos acercarnos un poco más— le animo el mayor que había estado mirando cada línea que Felix hacia—. Están bailando así que no creo que noten nuestra presencia.

—No — la simple idea de abandonar la comodidad de su rincón y verse rodeado de seres humanos era suficiente para asfixiarlo—. Me niego.

—Será solo un poco Lixie, para que puedas verlo bien— intentó convencerlo con ese tono juguetón que solían usar entre ellos—. Anda, si te sientes incómodo nos vamos de inmediato.

—Dije que no.

—Lixie...

—Por ahora no.

—Di que sí.

—No quiero.

—Te prometo que te cuido.

—Me va a dar algo.

Anxiety - |Hyunlix|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora