01. chica sin límites .

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Ardía como el fuego instalándose en mi pecho y lo peor de todo, es que ella no era consciente de como quemaba.

FUEGO, EL CORAZÓN DE OLIVIA SENTÍA fuego quemandole por dentro, siendo precisos, su estado de ánimo era la razón de su inestabilidad y nerviosismo. Hoy sería su primer día en los estudios; cosa que cualquiera diría sería sencilla, puesto que ella ya provenía de una serie Disney y de varias sesiones musicales. Esta vez, no.

Era ella sola, con su cuaderno repleto de sueños y letras. Ella.

No Joshua, no Julia, no Dará ni Sofía.
Sólo Olivia Rodrigo.

Sus emociones se hallaban a flor de piel, según su mánager, debía estar en la cabina a las 9; 30 y ella, tan disciplinada, estaba entrando en los edificios a las 9;10 de la mañana. Le costó mucho a la joven de 17 años lograr mantener sus prioridades, eso que su mamá le había preparado un desayuno digno de banquete, el cual para su tristeza, dejó a medio comer. Así eran las responsabilidades de una adulta, se dijo ella misma.

Su plan; si se le podía llamar plan al asistir temprano a un sitio, se vio frustrado por una joven que corría despavoridamente desde el lado izquierdo de la calle. Olivia no lo supo en ese momento, hasta que fue muy tarde.

Ambas colisionaron abruptamente. La chica castaña, de ojos azules acabó metiendo la guitarra en sus manos contra la cabeza de Olivia en un intento de mantener el equilibrio, tal acción aturdio a la contraria, que se quedó sin hablar al vislumbrar a su acompañante (también por el golpe).

Si... Su suerte era una tremenda.

ㅡHola.- saludo nerviosa la no tan misteriosa chica.-lamento golpearte, es que voy muy tarde y mi mánager me matará.-todo lo decía muy deprisa.

Olivia continuaba con la boca cerrada, procesando que responder. Su contraria se ponía más histérica conforme pasaban los minutos. Al punto que le echó una última mirada y trató de huir.

-No es ... nada.- soltó al fin-Yo... tu... digo... son situaciones que ocurren... ¿cierto?

La chica sonrió sintiéndose más calmada. Pensó en extender su mano y presentarse, después de todo sabia que no era un requerimiento que la gente la conociese y diese eso por hecho.

-Sí, lo es.- se dio la vuelta para observar mejor a su acompañante, esa sonrisa tímida, sus ojos marrones y su largo cabello castaño, finalmente extendió la mano más confiada.-Evelyn Marshall-se presentó dando un paso adelante para que la chica castaña tomase su mano.

Olivia miró la mano extendida frente a ella y se tragó todas sus preguntas sobre su música.

-Olivia Rodrigo...- esperó un reconocimiento en la otra, cosa que no pasó, no obstante la sonrisa de Evelyn no decayó ni por un segundo.-es un gusto conocerte.

-Igual, Rodrigo.- se hizo a un lado expresando a la otra que debían avanzar.-Lo siento por el golpe en serio.-declaró una vez las dos estuvieron dentro del edificio.

-Soy algo distraída igual.- excusó con timidez, aún le incomodaba que los ojos azules fuesen tan profundos. Y esa sensación en su pecho no se alejaba.

-No quita el que te di un golpe salido de la nada, además venías tan sonriente y feliz por tu primer día.

Olivia se quedó estática ante la confesión. ¿Sabía que era su primer día?

Finally Free, Olivia Rodrigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora