Te encuentras bien?- Elliot me sujetaba por los ombros y me miraba fijamente con preocupación.
Si, perfectamente -le mostré una pequeña sonrisa.
Por unos minutos mantuvo su mirada fija en mi. Me removí incomoda bajo su mirada. No entiendo lo sucedido, quien era ese chico y por que se estaban golpeando? Y lo que me crea aun mas dudas es el hecho de que su apellido, Colleman, me resulte tan malditamente conocido.
-Deberías irte de aquí Rebecca, no es seguro.
-Y si no quiero? -le rete, mi curiosidad era mas fuerte que la voz que escuchaba en mi cabeza advirtiéndome "peligro, peligro".
Soltó un suspiro mientras rebuscaba en su bolsillo trasero, saco un paquete de cigarrillos y un encendedor. Tomo uno de los cigarros y se lo llevo a su boca para después encenderlo. Dio una larga calada, mientras ponía el encender de vuelta a su bolsillo.
Me miro con sus penetrantes ojos mieles -Rebecca, si te acercas al fuego acabaras quemándote- su voz ronca me hizo estremecer.
Retome la compostura y con una sonrisa sinica le conteste -Que suerte que no tenga miedo a quemarme.
De repente, las personas empezaron a salir corriendo y se escuchaba el sonido de las sirenas de las patrullas policiales.
-Rebecca, donde coño estabas?! Tenemos que irnos, rápido! - Sin previo aviso Isaac apareció entre la multitud y me tomo del brazo arrastrándome fuera de todo este escándalo.
Pero mi mirada quedo atrás, fija en ese extraño de ojos mieles y cazadora de cuero, ese chico que me hacia perder el sentido, ese chico con un gran secreto, y yo, iba a averiguarlo.
**
Amy estaba al lado del coche de Isaac, se veía preocupada -Gracias a Dios ya estáis aquí, deberíamos salir de aquí ya.-Rebecca sube en el asiento de copiloto, Amy tu detrás, vamos.
Ambas hicimos lo que dijo.
El transcurso a casa fue silencioso, sabia que Amy estaba asustada por lo ocurrido, todo lo contrario a mi. Me sentía viva, llena de adrenalina.
Elliot me dejo en casa y se fue junto a Amy, subí intentando no hacer ruido, pero fue en vano, la luz de la sala estaba encendida. Mi madre está allí.
-Son las 1:45 de la noche Rebecca Ilyana Parker, donde estabas?
Mentalmente maldecía. Se que se avecinaba una pelea y trataba de evitarla, no quiero herirla con mis palabras.
-Salí- conteste con indiferencia.
Mama me miro exasperada-Por que diablos no puedes comportarte- dijo mientras me miraba atentamente, su voz se escuchaba desgarrada -Tan mal te he educado para que estés haciendo de tu vida una mierda?
Me empece a reír con sarcasmo -céntrate en controlar tu vida, que por si aún no te has dado cuenta cada noche duermes con un hombre que se acuesta a escondidas con otra, querida mama.
Tras decir las últimas palabras me dirigí a las escaleras a subir a mi habitación, sin mirar atrás, dejando de lado los remordimientos.