Capitulo 2

24 18 5
                                    

Isabel, agotada de esperar a los demás, tomó la decisión de emprender la búsqueda junto a Tömörbaatar.

"¿Han tenido éxito en la caza?", inquirió Isabel a los dos, quienes se encontraban indecisos sobre cómo responder. Simultáneamente, ambos comenzaron a articular una respuesta entrecortada. "Yo... eh... bueno...".

"La responsabilidad recae en Hao, él no ha logrado cazar nada", afirmó uno de ellos.

"¿Cómo que es mi culpa? Tú tampoco has logrado cazar nada. Solo estás cazando el viento", se defendió Hao.

"Oye, no me subestimes. Además, siendo chino, probablemente te comas a los perros y gatos..." El ninja lo interrumpió con un empujón que lo llevó al suelo.

"¡Te arrepentirás!", intentó replicar Hao antes de ser interrumpido por Isabel.

"Escúchenme bien, par de insensatos. Dejen de lado sus diferencias y cumplan con sus deberes, ¿o acaso debo hacerlo todo yo misma?" Con destreza, Isabel capturó un pez frente a ellos, dejándolos impresionados.

"Enciendan el fuego antes de que decida empalarlos con sus espadas a ambos. Se comportan como niños peleándose en un jardín de infantes por un almuerzo".

Los dos jóvenes se apresuraron a cumplir la orden, visiblemente perturbados por la advertencia.

"Es un tanto escalofriante", comentó Taiko, aunque reconoció su belleza.

"¿Acabas de decir algo?" inquirió Isabel.

"Nada importante", respondió Taiko, avergonzado por su desliz verbal.

Hao intervino: "Es hermosa y determinada, una cualidad digna de elogio".

"¿Les gustaría que te cuente algunas historias esta noche?" preguntó Isabel con ternura. Tömörbaatar saltó de alegría y asintió con entusiasmo.

Hao agregó que Isabel tiene una gran imaginación y siempre ofrece ideas interesantes. Taiko estuvo de acuerdo, añadiendo que nunca es aburrida.

La noche cayó sobre el campamento mientras Isabel comenzaba a relatar una de sus historias. El crepitar del fuego acompañaba su voz suave y melodiosa, atrapando la atención de todos los presentes.

Con cada palabra, la imaginación se desbordaba, transportando a sus oyentes a mundos desconocidos y aventuras emocionantes. Tömörbaatar escuchaba con atención, sus ojos brillaban con fascinación ante cada detalle narrado por Isabel.

Hao y Taiko se sumergieron en el relato, admirando la habilidad de Isabel para tejer historias cautivadoras y envolventes. Sus palabras creaban imágenes vívidas en sus mentes, haciéndolos sentir parte de la narrativa.

A medida que la noche avanzaba, el vínculo entre los cuatro jóvenes se fortalecía, unidos por la magia de las historias compartidas y la camaradería en medio de la oscuridad.

Al finalizar el relato, un momento de silencio llenó el aire, roto solo por el crepitar del fuego. Una sensación de paz y conexión envolvía el campamento, como si el mundo exterior hubiera desaparecido por un instante, dejando solo la calidez y la compañía de amigos.

"Gracias, Isabel. Tus historias siempre nos transportan a lugares increíbles", expresó Taiko, rompiendo el silencio con palabras de gratitud.

"Deberíamos hacer esto más seguido", agregó Hao, con una sonrisa en los labios.

Tömörbaatar asintió con entusiasmo, emocionado por las futuras noches de relatos junto al fuego y la compañía de sus nuevos amigos.

Las aventuras de los perdidos [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora