Cambiaría todo por ti [Chaesoo - Suse/Rozy] (Libro II)

Capítulo 4

«Los ojos rasgados de Suzy..., formando unas pequeñas medialunas».

«Su gran sonrisa».

«Posando, haciendo el signo de la paz».

«Su figura repitiéndose a lo largo de toda aquella extensión..., en diferentes posturas».

No sabía cómo sentirme al respecto. ¿Debería estar agradecida? ¿O quizás era algún tipo de broma? Después de todo..., ¿por qué se tomaba ese tipo de molestias?

—¡Entre ustedes son tan amistosos! ¡Me encanta como se tratan los idols! —dijo, con una notable admiración en su voz, uno de lo de los productores del drama.

Me quedé callada. No agregué nada ante aquellos comentarios. Contemplé junto a él, el gran vehículo que había llegado hasta las puertas del set.

No pude hacer otra cosa que sonreír ante las fotografías, que algunos encargados de producción me tomaban frente al gigante —sí, gigante, mucho más que todos los que habían llegado— camión de comida rápida que había enviado Suzy.

—¿Son buenas amigas? Te ha enviado mucha comida, Jisoo —me preguntó una de las encargadas, mientras devoraba uno de los hattogu que el camión auspiciaba, mirándome con curiosidad. Pronto tenía varios ojos encima, que esperaban por una respuesta.

—Somos colegas, ¿no es así? —contesté con otra pregunta y una sonrisa. Me di cuenta que había desviado la atención exitosamente al verlos asentir, sin proseguir con algún tipo de interrogatorio.

Sí confirmaba o negaba aquello, para darles en el gusto de tener una respuesta de mi parte, probablemente el rumor se iba a extender, viéndome comprometida.

No tenía el más mínimo interés en leer en internet un sin número de artículos que me relacionaran con Suzy.

—¿Otra vez este número? —murmuré, viendo como en la pantalla de mi teléfono móvil volvía aparecer. Lo venía ignorando desde la mañana. Ya habían sido unas tres veces.

«Por favor, que no sea algún acosador», pensé.

Después de bloquear el número, procedí a seguir con la grabación de algunas escenas promocionales.

Afortunadamente ese día estaba grabando sola. Mis demás compañeros estaban haciendo su parte en otros set de grabación. Realmente no tenía ánimos de socializar con ellos, ni de ser graciosa y amable. Ese día solo quería esforzarme lo justo y necesario.

Mi semana había sido terrible. Entre los imprevistos de las grabaciones, el trabajo previo al estreno de mi canción en solitario y el estrés típico de mi vida, el cansancio era ya mi fiel y buen compañero.

—Tiene una llamada. —Me entregaron un teléfono inalámbrico, sin darme detalles de quién se trataba. Agradecí con una pequeña reverencia y procedí a contestar.

—Habla con Jisoo, ¿quién es?

—¡Al fin pude contactarte! —exclamaron del otro lado de la línea — ¿Te gustó la comida que te envíe?

«Suzy», pensé inmediatamente.

—Hola... —murmuré. Ella repitió mi saludo —, sí. Muchas gracias.

—¿No te gustó? —interrogó. Mi tono de voz no había sido del todo alegre. Entendía por qué lo preguntaba.

—¿Por qué lo enviaste? —pregunté, sin más rodeos.