Kairos

8

Antes de empezar me gustaría aclarar que ahora vendrán unos capítulos hablando del pasado de Senna desde que se fue de casa

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Año 840

No tengo muy muy claro como llegar a la ciudad subterránea pero recuerdo más o menos una de las entradas así que me dirijo hasta allí y cuando llego empiezo a estar nerviosa <<Mierda... soy tan solo una niña de 14 años ¿Qué coño estoy haciendo?>> pero trago saliva y niego con la cabeza <<No Mara... digo Senna, no, es tu decisión, vamos, baja...>> oigo voces cerca mío y me escondo lo más rápido posible detrás de unas cajas <<Vale, ya se han ido...>> por fin dejo mi nerviosismo a parte y bajo las escaleras

-¿Quién eres?- un hombre estaba en la puerta del final de la bajada

-Me llamo Ma...- empiezo a hablar pero muy bajito y el señor se queda confuso

-¿Cómo?

-Senna- no hablo mucho más alto pero esta vez si que me ha oído 

-Bien, no te he visto nunca por aquí... ¿Eres nueva?

-Quizás no me recuerdas...

-Imposible... si has subido alguna vez y siendo una jovencita como tu...- el hombre abre la puerta y se acerca peligrosamente a mi tocándome el pelo así que lo aparto como puedo

-No me toques- digo entre dientes

-Haré lo que me de la puta gana, asquerosa...- él me empuja hacia dentro de la ciudad y cierra la puerta -Entrar es gratis pero no lo es salir, supongo que ya lo sabes... y ahora vete- le miro con odio y él me escupe en los pies <<Aaaagh que asco joder...>> me voy corriendo lo más rápido que puedo hasta que llego a un lugar donde no hay nadie, me siento en el suelo y por fin dejo que mis lágrimas se precipiten mejilla abajo <<¿Qué has hecho Senna?>> me miro los pies, descalzos y sucios, tengo frío, aquí hace mucho más frío que en la superficie, pero no me importa, ahora necesito saber dónde voy a vivir... cuando termino de llorar me pongo de pie <<Eres fuerte, saldrás de esta, ya verás acabarás siendo la jefa del lugar, sé que puedes>> empiezo a repetirlo para mis adentros como si fuera un mantra, necesito convencerme de ello o no podré seguir a delante 

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Tres semanas más tarde

-¡Aaaah!- yo estoy con el cuerpo dentro de la caja en la que duermo y las piernas en la calle y sin querer he hecho que un chico tropiece y se caiga al suelo -Mierda, mierda ¿Qué haces aquí en medio de la calle?- yo salgo de allí, estaba descansando y no creía que nadie fuera a ir corriendo por aquí

-¡Ha girado por aquí!

-¿Te están siguiendo?- le pregunto al chico que me mira preocupado mientras se coge el tobillo 

-¿Tu que crees, genio?- le cojo el brazo para ayudarle a levantarse 

-Te has hecho daño ¿no? Entra- le señalo la caja, seguro que estará muy justo pero es su única opción -Yo te cubro- él asiente y se mete dentro como puede, cierro con la tapa y espero a que los hombres que le perseguían lleguen hasta mi 

-Niña ¿has visto pasar por aquí a un chico alto y mugriento?- habla el que parece el jefe cogiéndome de la camisa y alzándome del suelo

-Era moreno señor- comenta uno de los demás

-Sí y llevaba una camiseta azul

-Perdone... no he visto a nadie así por aquí- hablo con la voz firme para que me crean y el señor me deja caer con fuerza contra la pared