Capítulo 10

1.2K 85 54
                                    

Capítulo 10.

Ella estaba frustrada. 

Ya había llegado el momento de admitirlo, semanas de búsqueda solo la habían conducido hasta la nada misma. Jamás logró seguir o dar con el paradero de esas dos diosas. Una vez que salían del Olimpo era como si su rastro simplemente desapareciera, como si se esfumara en el aire. 

Como diosa de la cacería este era un momento muy bajo para ella y para su orgullo. El no poder seguir el rastro de sus presas era patético a sus ojos.
Lo único que podría usar en su defensa era que al parecer las dos diosas sabían de sus intenciones.
El cómo Afrodita la miraba con cautela y como Atenea la espiaba por el rabillo del ojo las había delatado. Al parecer ellas no se dieron cuenta de esto ya que lo siguieron haciendo en las reuniones posteriores. Tener a la caza como uno de sus dominios le dio una ventaja significativa con respecto a otras divinidades, sus sentidos eran muy superiores a los de sus compañeros inmortales. Esto había sido lo que le permitió notar el acecho de esas dos diosas. 

Otro día había terminado y con ello los doce Olímpicos y Hestia se retiraban de la sala del trono. Cada uno de ellos se fue por su camino y como ya se había vuelto una costumbre la hija de Urano y la hija de Zeus estaban caminando juntas mientras dejaban el lugar.
Este era el momento perfecto. Como no pudo seguir su rastro esta sería su última carta para jugar de momento. Solo le quedaba ser directa con ellas.
Camino por detrás de las dos diosas, ellas claramente lo notaron al percibir cómo sus músculos se tensaban al escuchar un tercer par de pasos. Ignoraron su presencia por un rato más hasta llegar a una calle vacía. Ese fue el lugar en donde Artemisa las confrontaria. 

Tosiendo para llamar su atención logró que las dos mujeres voltearan a ver a la diosa más joven. Atenea no tenía su semblante sin emociones habitual, más bien se notaba la preocupación en su rostro. Por otro lado Afrodita había tenido más éxito al ocultar su reacción y simplemente alzó una ceja al ver a su opuesto amoroso siguiéndola. Esto claramente era en el exterior, en sus adentros al igual que Atenea ella estaba nerviosa. 

"¿Que necesitas Artemis?"
Dijo una recomponida Atenea, bajo cualquier circunstancia tendría que mantener sus apariencias ante su hermana.
El semblante de la diosa de la luna se relajó al escuchar la pregunta de su hermana, realmente no quería iniciar un conflicto con ella. 

"Quiero saber a dónde van y porque siempre se van juntas. Ya han pasado meses y lo de ustedes me parece muy sospechoso..."
Dijo firmemente la diosa más joven. Afrodita había fruncido el seño y Atenea parecía calmada además de lista para hablar.
Sin embargo fue detenida por por una mirada de la señora de las palomas. Frenó los intentos de su compañera y fue ella la que hablo por las dos. 

"Querida, no estamos haciendo planes para derrocar al Olimpo si es lo que te preocupa."
Dijo ella con un leve ceño fruncido en su perfecto rostro. Ante las palabras de su contraparte Artemisa rápidamente le contestó aunque ahora un poco de furia empezó a formarse en ella. 

"No pongas tus palabras en mi boca Afrodita, sabes que no me referia a eso. Acusar a un miembro del consejo de traición es algo muy grave.
Solo soy curiosa, es muy raro que ustedes dos después de tener una pelea; hace tan solo cinco años ahora actuarán como si fueran las mejores amigas."
Ante las palabras de la diosa, Amor y Guerra tragaron saliva gracias a su nerviosismo, tendrían que mover bien sus cartas si quieren salir airosas de esto.
Esto hubiera funcionado si Afrodita no hubiera tirado todo por la borda, ella había visto rojo y no se mantendrá callada. 

"Nuestras vidas no son de tu interés cazadora. No hacemos nada malo, no es tu lugar meterte."
Y así no más y sin dejar hablar a Atenea o a la propia Artemisa. Ella agarró de la mano a la patrona de Atenas y desapareció en un destello de luz rosa, dejando atrás a una atónita y furiosa Artemisa.
Eso no había salido como ella se lo esperaba, le sorprendió lo callada que estuvo su hermana, esperaba que fuera ella la que hablara en vez de Afrodita.
Sin duda este resultado no estaba previsto, no pudo obtener ninguna respuesta precisa y prácticamente la enviaron a la mierda.
.
.

El Heredero de los Shinobis (Artemisa x Boruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora