Capitulo 3

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Muchas cosas habían pasado desde el encuentro hace más de 800 años entre el ninja rubio y la diosa de la caza.
Cosas como la gigantomaquia y el ataque de Tifón al Olimpo definitivamente fueron los eventos más relevantes de los últimos siglos, el pensó que en alguna de esas dos ocasiones Artemisa lo invocaría pero este no fue el caso. Luego de esos dos eventos el tiempo siguió su curso y para su desgracia más injusticias fueron hechas por los dioses, ellos lograron que Boruto considerada seriamente eliminarlos de la existencia pero gracias a una serie de experimentos descarto la idea rápidamente. 

En lugares alejados de la tierra él estuvo creando nuevos panteones intentando crear uno más estable que el griego, como era de esperarse su experimento fracasó.
Ninguno de los panteones ni el Celta, el inca, el sintoista o el hinduista llegaron a demostrar resultados mejores que los dioses actuales, todos ellos tenían un ego desmedido y una soberbia incalculable que llegaba incluso a ser mayor que la de los griegos. Esto llevó a que el ultimo Shinobi se frustrara; todo sería más fácil si él pudiera intervenir directamente en el mundo pero si hacía eso cosas muy malas ocurrirían. 

Él era el Caos la propia definición de lo impredecible. Al ser este el creador del mundo no posee un hilo con su destino, las Moiras simplemente no tienen el poder suficiente para afectar o siquiera ver que es lo que pasaría con el, asi que para no generar la posible destrucción del mundo muy a su pesar Boruto tuvo que tomar una política no intervencionista en contra de los dioses.
Él alejó esos pensamientos de su cabeza, ahora tenía cosas más importantes que hacer, según el último mercader que se cruzó Troya estaba en esta dirección, el asedio a esa ciudad ya llevaba 10 años en acción y su caída estaba próxima según las Moiras. 

Esto provocó algo de tristeza en la mente del ninja rubio pero aun así salvar a esa gente no era su misión. Su trabajo era asegurarse que los conocimientos de la ciudad no se pierdan, la forma en la que los troyanos construían sus edificios le sería muy útil para uno de sus proyectos. Teniendo esto en cuenta el shinobi aumentó su velocidad, tal vez podría llegar a ver la caída con sus propios ojos. 

6 horas más tarde y en plena noche Uzumaki Boruto estaba sobre el borde de una de las murallas de la ciudad viendo como esta ardía en llamas. Él había logrado su objetivo y logró recopilar cientos de pergaminos tanto de arquitectura como de técnicas de cultivo al igual que una docena de distintos estilos de pelea; con y sin armas. 

"¿Ahora que Gaki? Ya tienes lo que querías ¿Empezarás a construir tu ciudad?"
Dijo Momoshiki mientras que a través de los ojos de Boruto miraba la destrucción que los griegos generaban en Troya. Este tenía su puño cerrado con tanta fuerza que las heridas que se formaron empezaron a soltar sangre aparecieron, el odiaba lo que estaba viendo. Niños siendo asesinados, mujeres siendo raptadas y hombres siendo torturados hasta la muerte solo porque les producía placer a los vencedores ver como se retorcía de dolor. 

Los dioses eran seres atroces pero los humanos no se quedaban atrás, esta raza definitivamente era peor de lo que él se imaginaba ¿Realmente ellos eran su creación?
Al ver estos pensamientos Momoshiki decidió hablar, ya lo habían platicado antes pero parecería que tenía que recordarselo al Shinobi rubio. 

"Recuerda Mocoso, estos humanos fueron hechos a partir del Chakra maligno del Ni-jubi. Tu energía fue lo que suavizó un poco sus efectos pero en su interior los humanos son seres barbáricos y destructivos."
Antes estas verdaderas palabras del dios conejo Boruto suspiro derrotado él no podría hacer nada, los humanos fueron creados para ser de esta forma. Levantando la cabeza una mirada seria y determinada apareció en su rostro. 

"Tal vez eso sea verdad pero en Nueva Konohagakure no permitiré que esto pase, ese lugar será un santuario para los más necesitados."
Dijo con convicción el Uzumaki, eso era lo mejor que él podría hacer por los humanos de momento. Al ver que la determinación volvió al rostro del rubio Momoshiki se permitió sonreír por un segundo, el mocoso poco a poco dejaba de ser insoportable. 

El Heredero de los Shinobis (Artemisa x Boruto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora