Un agente ruso va a investigar de cubierto los planes del ejercito alemán, al llegar se encuentra en un pueblo cubierto de nieve y muchos soldados alemanes en el área, cuando caminaba por el pueblo se encontró con una niña asustada y decide ayudarla.
Sam: ¿Por qué adoptaste a esa niña sabiendo que arruinaría tu misión?
- Nos seguíamos apuntando con ambas pistolas, hasta que las decidí bajar lentamente.
Yamato: Toma asiento, te lo contaré.
- Nos sentamos en un mesa, mirándonos de frente.
Yamato: Muy bien, todo empezó así...
Cuándo estaba en Rusia, yo tenía una esposa, la cuál yo amaba mucho, en ese tiempo nosotros vivíamos nuestros buenos momentos, disfrutando de la nieve y todo lo demás, hasta que un día los dos estábamos completamente seguros de querer tener un hijo. Al pasar los meses ella nació, era una niña con cabello plateado y unos ojos azules, ambos estábamos muy felices, ese sentimiento de ser padre es hermoso y único, porque al momento que ves a tu hija, la miras y le dices: "No sé ni quién eres, y tampoco se lo que quieres, pero, lo que sí sé es que te protegeré con toda mi vida".
Al haber pasado algunos cuántos años, exactamente 2 años después de su nacimiento hubo un ataqué en el pueblo el cuál estábamos viviendo, yo salí a mano armada a enfrentarlos, pero, uno logro lanzar una antorcha y la cabaña se empezó a quemar con mi esposa y mi hija dentro de ella. Por la desesperación intente sacarlas de ahí, pero, el fuego era muy intenso que reducio todo a cenizas, estaba triste y devastado, perdí todo lo que más amaba, me lo arrebataron todo...
Yamato: Desdé ese entonces me volví un poco más frío de lo que solía ser antes.
Sam: Entonces Marie te hace recordar a tu hija.
Yamato: Si y no, se muy bien que ella es irremplazable, pero, Marie es una buena niña, no quiero verla con el corazón hecho pedazos, quiero verla sonriendo, ver esa agradable sonrisa todos los días.
Sam: Entiendo, entonces has lo que tengas que hacer, yo cuídare de Marie mientras no estás.
Yamato: Muchas gracias, Sam.
- Me levantó de la mesa y caminó hacia la salida. Voy caminando por el pueblo y encuentro una tienda con muchos artilugios, compro una cuerda con un gancho de 4 brazos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me vuelvo a meter al bosque empezando a escalar la montaña, voy subiendo lentamente con pasos suaves sin alertar a nadie, me escondía constantemente debido a lo que sucedió intensificaron la seguridad. Me fui acercando de poco a poco y veo un guardia sin compañía, con sigilo me le acercó por la espalda y rápidamente agarró su cabeza con ambas manos y le rompo el cuello muy fuerte matándolo al instante, lo sujeto de los brazos y lo arrastró por la nieve quitándole el uniforme para después vestirmelo, me quedaba a la perfección y tenía mucho estiló, me pongo el gorro y respiró profundo.
Yamato: Bueno, caminó libre.
- Me acercó al edificio y suelto el gancho con bastante fuerza hacía arriba, pero el castillo era demasiado alto que no podía llegar. Me quedó pensando un poco y se me ocurrió una idea. Vuelvo al bosque y encuentro una roca, tomó posición y tiro con fuerza la piedra a una ventana alertando a los guardias. Me escondía tras los árboles y fui a la entrada, no había nadie vigilando así que rápidamente entré al castillo. Tenía un color brillante y dorado, también habían demasiadas cosas francesas. Un soldado se me acercó.
Damián (Soldado nazi): Oye tú... ¿Eres nuevo?
Yamato: Si, acabo de empezar hoy.
Damián: El jefe me habló de ti, eres ese tal William.
Yamato: Si, yo soy William, un gusto.
Damián: El gusto es mío, William.
Yamato: (Pensando) ¿En serio, William? Por cierto.
Damián: ¿Sí?
Yamato: ¿Por qué hay muchos guardias afuera?
Damián: Desde aquél incidente del dia de hoy reforzaron la seguridad, uno de los proyectos de prueba escapó y sería un desastre que todo saliera a la luz.
Yamato: ¿Qué cosa?
Damián: Creo que no deberías ser tan curioso, esa curiosidad podría matarte, hasta incluso nosotros evitamos eso... Está bien, te lo diré, pero no le digas a nadie que te dije.
Yamato: Prometido.
Damián: Bien, al parecer el doctor Johann Schwarz y su ayudante Viktor Neumann están haciendo investigaciones con sujetos de prueba, y uno de ellos era esa niña, nosotros no tenemos autorizado ir para allá.
Yamato: ¿Y en dónde es o cómo es lugar? Ya sabes, para evitar acercarme.
Damián: Es directamente en esa puerta, encontrarás varias puertas, pero, la que destaca es una puerta de metal, ese es el laboratorio.
Yamato: Muy bien, con eso me evitaré tener problemas, gracias compañero.
Damián: Si, no hay de qué.
- Empiezo a caminar de frente hacía una gran puerta grande y entro, había una gran pasillo lleno de puertas de madera, iba caminando tranquilamente, lo único que se escuchaban eran mis pisadas. Vi una puerta de metal grueso, con una sola ventanilla, me asomé por la ventanilla y se veía muy oscuro, así que deje de ver y sólo suspiré, de repente sentí un golpe fuerte en la cabeza que me dejo inconsciente.
. . .
- Marie salió de la habitación a buscar a Yamato, no lo encontró y sólo la vi asomarse detrás del mostrador.
Sam: ¿Ocurre algo Marie?
Marie: (Nerviosa) ¿N-No has visto a papá?
Sam: Dijo que saldría a comprar algo para comer.
Marie: Oh... Está bien.
Sam: Tranquila, el regresará sano y salvo. (Piensa) Yamato date prisa, no me gusta decir mentiras sólo por está vez te echaré la mano.
. . .
- Había abierto los ojos, estaba en una habitación oscura, dentro de una cápsula con las manos atadas y con varios soldados apuntándome directamente con sus armás. También habían dos tipos que destacaban por sus vestimentas, tenían batas de laboratorio.
Johann: Bienvenido, Yamato Toujou.
Yamato: ¿Cómo sabes quien soy?
Viktor: Digamos que... Ya estábamos esperando tú llegada, al igual cómo todos los demás.
Yamato: ¿Los demás?
Viktor: Parece qué no te informaron bien, no sólo te enviaron a ti, sinó también a otros agentes, enviado de Japón por el General Hanzō el agente japonés Mael Hayashi fue derrotado en emboscada debido que el General japonés reveló su ubicación ofreciéndolo de señuelo. Y también capturamos al agente americano Michael Brown después de perder a todos sus aliados en combate. Y ahora tenemos al último, enviado por la Unión Soviética, el agente Yamato Toujou, el hombre que ayudo a aquella niña francesa llamada Marie Morie Blanc.
Yamato: ¡Malditos, si le ponen un dedo encima los mataré!
Viktor: Tranquilo, yo no le haré nada, sólo necesitamos borrar sus recuerdos y la dejaremos libre otra vez, no obstante, eso mismo haremos contigo, ya sabes suficiente.
- Me cerraron la cápsula en la que estaba encerrado.
Yamato: ¡Abrán está maldita cosa!
Johann: Lamento que no puedo permitir eso, descansa, Yamato.
- La cápsula se empezo a llenar de nitrógeno que me hizo desmayarme...