Capitulo 3

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Estuve dos horas caminando por la gran ciudad hasta llegar a lo que parecia un parque natural con grandes zonas de cesped donde las personas se sentaban a leer, hacer  picnics, meditar... Tambien pude apreciar a un grupo no muy numeroso de personas de la tercera edad haciendo Taichi con un hombre asiatico de profesor.
En el centro del enorme parque se encontraba una fuente preciosa de piedra. La figura central era una hermosa mujer con la melena larguisima tapando sus pechos, y rodeandola por la cintura cuatro carpas por los que salia el agua hacia la base de la fuente, en forma circular, donde se acumulaba la cristalina agua; en el fondo se podian ver pequeñas monedas de color bronce que la gente lanza pidiendo sus deseos.
El sol resplandecia iluminando toda la zona. Tal era la paz que se respiraba que decidi descansar un poco en la sombra de un arbol con grandes hojas. Descanse la mochila en la base del tronco y me tumbe en el cesped con las manos en la nuca, observando a las nubes y apreciando los azes de luz que se colaban entre las hojas de los arboles. Era digno de una fotografia asi que saque mi camara digital que llevaba en el bolsillo pequeño delantero de mi mochila, esa camara me la compre a los 16 años, cuando reuni suficiente dinero para ello. Esa camara me habia acompañado a todas mis locas aventuras como las escursiones por las montañas en la madrugada para poder ver el amanecer por encima de las nubes, me fascina como el sol, saliendo por el orizonte, cubre con su potente luz las nubes blancas. Con ella conmemore las locas fiestas del instituto en casa de mis compañeras a las que,por cierto, mi tia paterna me obligaba para relacionarme con chicos de mi edad.
Asi que despues de todos esos años sigue conmigo en este viaje que presiento que sera uno de los mas importantes, apasionados y peligrosos de todos.

Me quede dormida sumergiendome de nuevo en mis sueños, o mejor dicho pesadillas. De nuevo me encontre en el camino del bosque, pero esta vez el camino parecia iluminado por farolas pero, aunque mirase a mi alrededor no veia ninguna. El temor me envolvió de nuevo, todo mi cuerpo empezó a temblar. El viento agito los árboles haciendolos sonar como si rugiesen. Tapé mis ojos con las manos por el molesto aire y unos segundos después el viento se detuvo; abrí mis hojos y mire al suelo donde pude distinguir una sombra agena. Esa silueta que apareció me infundia un temor que no comprendia. Antes de que pudiera darme la vuelta para ver a quien pertenecía esa extraña sombra, oi una voz tenue que provenía de lo alto, propasando las copas de los árboles.
Miré al oscuro cielo y vi una pequeña luz que se iba haciendo cada vez mas grande. La luz blanca me envolvió por completo en un pestañeo. Abri los ojos volviendo al precioso parque en el que habia decidido descansar y a mi derecha me encontre con un hombre de pelo largo, rubio, con ojos castaños. Vestía una camiseta amarillo chillon y un chaleco hortera de color marron claro con una florecita rosa en el lado derecho. Era un estilo hippie.
-Oye tia, ¿ estas bien?- me incorporé para poder mirarle mejor a los hojos.- Es que parecia como si estuvieras teniendo una pesadilla.
- Estoy bien, gracias.- Me incorpore del todo y me levante para seguir mi camino.
- Oye, pareces muy tensa- siguió hablandome ese extraño personajillo de metro sesenta aproximadamente, ayudandome a colocarme mi mochilón.
- No, estoy bien gracias. Debo continuar.
- Venga tia, acompañanos en nuestro circulo de energia, te vendrá bien- Insistía estirandome del brazo hacia un grupo de gente sentada en circulo, con pintas parecidas a las del rubito de la flor.
- Que no de verdad.- Parecía que no aceptaba una respuesta que no fuese positiva asi que, descansando de nuevo, mi mochila de viaje, me sente junto a ellos esperando que esa experiencia no durase demasiado.
- Bien hermanos- ' ¿hermanos, que es esto una secta, o algun grupo de religiosos con el objetivo de convertir a toda persona que se encuentre en su punto de mira' pense cruzando mis piernas como las tenian todos ellos.- hoy nos fundiremos con la madre tierra y le daremos gracias por las maravillas que contemplamos cada dia.
No entendía muy bien de lo que estaban hablando asi que solo me  limitaba a imitar cualquier movimiento.
- Disculpa- Le susurre a una chica de pelo largo y ondulado con unas facciones hermosas. No tendria mas de 17 años. Sus labios eran rosados y pequeños, que escondian una sonrisa radiante; sus hojos eran de un verde intenso que no habia visto en nadie mas que en la portada de un libro que lei cuando aun estaba en secundaria( manipulado, claro esta, por photoshop).- Esque yo me tengo que ir y bueno, no querria interrumpir vuestra sesion de...lo que sea esto.
- No puedes irte- me dijo de repente con una voz dulce que detecté en su susurro.- ahora llega la mejor parte.
Todos se tumbaron en el suelo y cerraron los ojos para, como dijo el hippie que me arrastro hasta su  circulo de fumetas locos por el medio ambiente, fundirse con la madre tierra. En ese momento aprobeché para coger mi mochila y marcharme sigilosamente.
Cuando consegui alejarme lo suficiente para considerarme a salvo de los hippies, suapire y me puse a caminar de nuevo.
Me puse a reir volviendo a recordar mi extraño encuentro con los locos por la naturaleza e imaginándome todas las aventuras que iba a vivir en ese viaje. Mientras recordaba todo aquello me vino a la mente el extraño sueño que, por segunda vez consecutiva, me produjo un sentimiento de temor, y de nuevo me pregunté que significaba y porqué mi cuerpo reaccionaba de esa forma al fijar la vista en el tenebroso camino que se me presentaba frente a mi. Decidi dejarlo pasar ya que solo era una pesadilla tonta como otra cualquiera, y dibuje una sonrrisa en mi rostro. ¿Que aventuras me esperan mas adelanet y cuales se convertiran en las anégdotas para compartir?

Sintiendo la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora