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Niko cerró despacio la puerta tras de si, acomodó levemente su vestimenta y emprendió su caminó para encontrarse con sus compañeros, los cuales estaban esperándolo hacía ya un buen rato.
Cruzó por aquel pasillo lúgubre e infestado de goteras lo más rápido que pudo en un intento desesperado de disimular su impuntualidad con un desafortunado problema de tráfico.
A metros yá de la siguiente puerta a la que se dirigía una voz que mencionaba su nombre lo hizo parar en seco. El joven se giró sobre sí mismo encontrandose cara a cara con su primo mayor, quien se encontraba cruzado de brazos y con una notoria, y anormal en el, expresión de seriedad.

-Primo... -habló primeramente Román en lo que parecía ser una especie de saludo atípico.

--Primo... ¿como estás? -respondió Niko confundido. A ciencia cierta no sabía cómo sobrellevar la extraña conducta que estaba teniendo Román, por lo que simplemente trato de actuar como en cotidiano.

-Sabes... he estado queriendo hablarte sobre algo y no he podido encontrarte, veo que estas bastante ocupado últimamente.

-¿Si? Bueno... ya sabes este trabajo no es fácil -se explicó ligeramente nervisoso-. Pero ¿de qué querías hablarme?

Román giro sus ojos soltando un bufido de fastidio y separando los brazos puso su mirada fija en Niko quien aún lo veía extrañado.

-¿Que crees que haces con esa mujer?

-¡¿Qué!?

-¿Crees que no lo sé? Se lo que estas haciendo y créeme que estas metiéndote en un problema gordo.

-Bueno Román yo...

-¡Román nada Niko Bellic! Sabes muy bien que esa mujer es nuestro boleto de salida de todo este embrollo ¿¡Acaso estas buscando arruinarlo!?

-¡No! es sólo que... no se, no se lo que estoy haciendo...

-Veo que no, te recuerdo que secuestramos a esa mujer para terminar definitivamente con todo esto. ¡Acepte estar metido en esta mierda para poder vivir una vida en paz con Mallorie ¡No la cagues!

-No busco arruinarlo ¿okay? simplemente esta mierda es más fuerte que yo... la situación fue escalando cada vez más y se me salio de control -se confesó Niko llevándose una mano a la cara.

Román lo miro unos segundos aún con el ceño fruncido, sin embargo esa mirada de enojo, la cual era un castigo para su primo, poco a poco se fue transformando en una de pena mezclada con compasión. Después de todo el entendía a medias lo que se sentía tras vivirlo contadas de veces.

-¿Te enamoraste de ella no?

Niko prefirió guardar silencio ante esa pregunta, pero para el hombre frente a el estaba clara la respuesta. Lo conocía tanto que ya podían considerarse hermanos.

-Esto no se trata solamente de sexo ¿verdad? -interrogó aún más incitando a su primo a que aclarará el asunto confesando de una buena vez.

-No...
-Eres un idiota.
-Lo se, soy un maldito estúpido.

Román asintió lentamente y antes de poder pronunciar palabra Niko prosiguió:

-Soy un estúpido si, pero la amo... no voy a desligarme de la culpa de los cosas que he estado haciendo pero es así.

-Si, se te nota.

-Es increíble que ella sea todo lo que he estado buscando desde que llegue a este maldito país.

-¿No podías haberla encontrado en otro lado? -bromeo Román intentando liberar un poco la tensión haciendo que ambos soltaran unas pequeñas carcajadas.

-Lo siento primo pero esa mujer capturó mi maldito corazón, estoy acabado -agregó el otro joven entre risas.
-Tu maldito, frío y serbio corazón sabe que esa mujer está comprometida ¿no?

-Si... pero fue obligada y lo sabes...
Está mierda está volviéndome loco.

Niko suspiro con pesadez y se colocó ambas manos a la cabeza con una notoria expresión de intranquilidad.

-Hey hey tranquilo, ven acá con tu primo mayor.

Román no logró soportar ver a su pequeño primo en ese estado, así que lo envolvió entre sus brazos para confortarlo tal como acostumbraban hacer de niños cuando alguno de los dos era castigado.
Para sus adentros aún seguía pensando que Niko era un imbécil, pero ¿que podía hacer el para llevarle la contraria a los temas del amor? temas que hasta el mismo aún no podía comprender del todo a pesar de tener algo de experiencia.

-Parece que ella también te ama, ¿o sólo lo hace para cooperar y que no le hagas nada?

-¿Román que mierda dices? ¿acaso crees que sería capas de tocarla en contra de su voluntad?

-No dudo de eso... sólo que me interesa saber como lo ve ella de su lado.

-Ella me ama, bueno puede que quizás tengas razón y simplemente me este mintiendo pero yo siento que es real.

-¿Y cual es tu plan? Por que los sujetos con los que decidiste trabajar no se van a comer el cuento del verdadero amor.

-Aún no lo sé, no he pensado mucho en eso...

-Pues no, estuviste más ocupado metiéndole la verga que pensado que harás por su futuro -le reprochó Román en un tono sarcástico mezclado con regaño.

-¡Ya está bien! algo se me va a ocurrir... pero primero necesitamos el dinero.

-Por fin dices algo con coherencia.

Ambos se quedaron en silencio por unos minutos. Niko todavía seguía procesando el hecho de que su primo lo había descubierto. Lo que significaba que si el se dio cuenta también pudo haberlo hecho cualquiera de los demás.
Román lo saco repentinamente de sus pensamientos cuando le recordó que se le estaba haciendo tarde para la reunión, le dio animos y deseo buena suerte. Niko por su parte asintió y luego de poner su mano en el hombro de su querido primo en gesto de agradecimiento siguió su camino como tenía pensado hacer en un inicio.

Román simplente lo vio alejarse expectante, también devolvió su mirada a aquella puerta que daba al cuarto donde tenían cautiva a ______. Una sensación de peligro inminente le recorrió el cuerpo y muy en el fondo a pesar de su enfado temió por la vida de su pequeño primo.

 Niko Bellic, GTA IV [One-shots] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora