Para desgracia de Momon, Reborn no le vendió a los infantes solo los pines que llevaba en la mochila, si no que también dió a un buen precio su bandana ninja de la aldea oculta entre la lluvia y una Pokebola que llevaba dentro, solo le quedaba dar gracias que ningún niño hubiera ofertado por su monedero de sapito, pues no podría con la ausencia de su tan amado monedero.
—Joder, tío, ahora mi mochila está calva —chilló Momon, viendo como en su mochila ya no se encontraba ni un solo pin, mientras le seguía el paso al mayor, pues no podían quedarse quietos en un lugar mucho tiempo—. No hay nada más triste que tener una mochila calva, ¿sabes? Todos los demás Otakus tienen pines en la mochila ¿que clase de Otaku soy si ya no tengo la mochila forrada de pines?
—El no tener la mochila hasta el culo de pines, te hace un miembro más normal de la sociedad —le respondió Reborn, risueño, por más que trató de sonar grosero, le fue imposible, pues todos los chillidos del menor solo lograban sacarle pequeñas risas. Se ganó una mirada molesta por parte del contrario—. ¿Me vas a ver así todo el camino? Porque solo lograrás arrugar tu cara.
Terminaron tomando asiento en una parada de autobús, no pensaban abordar el transporte público, pues no podían gastar el poco dinero que tenían subiendo a algún autobús sin saber en dónde los dejaría. Era momento de pensar en sabías inversiones, Momon ya no tenía nada en su descosida mochila con lo que pudieran negociar con más niños, y era muy improbable el volver a toparse con alguien tonto al cual Reborn pudiese estafar para conseguir algún alimento. Todo se estaba poniendo demasiado tenso.
—Me preguntó cómo estarán mis padres —soltó el menor, acariciando la pequeña cabeza de Mika. Reborn volteó a verlo, pues sonaba algo deprimido—, quiero pensar que están preocupados, pero si lo estuvieran ya le habrían avisado a las autoridades y seguramente ya me hubieran localizado. ¿Y si ni siquiera se han dado cuenta de mi ausencia?
El trajeado se pensó muy bien el como responderle, era un tema muy serio, y en gran parte Momon tenía razón, si sus padres hubiesen alertado a las autoridades lo más seguro es que él ya estuviera en casa, pero en lugar de eso, se encontraba todo sucio y hambriento en una parada de autobús, en compañía de alguien a quien apenas conocía.
—Te recuerdo que las autoridades son una mierda —llamó la atención de Momon, quien volteó a verlo, poniendo algo nervioso al mayor—, lo que trato de decir es que; seguro y tus padres te están buscando hasta debajo de las piedras, no lo dudes, solo que este lugar es grande, y seguramente la policía no está moviendo ni un dedo para ayudarlos.
Momon asintió con la cabeza, no era la respuesta más tranquilizante del mundo, pero le bastaba para mantener la calma un par de horas más. No pasó mucho como para que el de cabello teñido se preguntará si habría alguien buscando a Reborn, o si realmente estaba perdido, pues en su cabeza simplemente no cabía la idea de que un hombre adulto sin ninguna clase de retraso pudiera perderse por tanto tiempo.
—¿Crees que alguien te esté buscando? —se atrevió a preguntar. Reborn soltó un suspiro pesado, antes de negar con la cabeza.
—No quiero ponerme muy personal, pero no mantengo contacto con ningún familiar y no sé si te lo dije antes, pero; no soy de tener muchas amistades —respondió, tratando de no delatar lo mucho que esto lograba quitarle el ánimo, pues no estaba muy seguro de la imagen que Momon tenía de él, pero estaba seguro que por ser adulto lo veía como alguien medianamente maduro, pero apesar de su edad, el tener poco contacto con las personas, si llegaba a deprimirle.
—Pues, tu y yo podemos ser amigos, claro; si quieres —propuso, en voz baja. Se arrepintió rápidamente de sus palabra, no podía dejar de pensar en lo infantil que se había escuchado, seguramente el trajeado no haría más que reírse, y justo cuando iba a decir que en realidad estaba bromeando; Reborn le contestó.
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Embeces la vida no es como uno quiere | Reborn & Momon ❇️
Cerita PendekUn joven, el cual se hace llamar Momon-kun, tendrá que adentrarse a las calles junto con un hombre trajeado que desconoce, todo con tal de regresar a su hogar después de que se perdiera de regreso al Walmart