Son?

118 15 34
                                    

-x

Tyler se mantuvo en su habitación pensando bastante en su situación y cuando decía bastante de verdad lo hacía. Jay había visto las marcas y sabía que su hermano era alguien muy curioso, no podía estar cien por ciento seguro de que había comprado su silencio por lo que tenía miedo de que le preguntara y su madre armara una escena.

Recordando que su madre era muy conservadora y creía que ser "virgen" hasta el matrimonio era forzoso no le convenía que supiera  que tenía un hematoma en el cuello, no le haría pensar que precisamente lo es y si se enterara el género de quien lo hizo probablemente le daría un infarto.

Entre tantos pensamientos que tenía pasó el tiempo que no se dio cuenta en el momento en que anocheció, reaccionó cuando su hermana entró al cuarto y se sentó en la cama.

-¿Qué haces aquí?- pregunto arqueando su ceja confuso.

-Mamá.- murmuro.- Esta como loca abajo.- susurró riendo un poco.

-¿P-Por qué?- hablo nervioso.

-Jay.

Oh no. Eso era terrible para Tyler.

Entro en crisis, no supo que decir y simplemente corrió a su hermana del lugar, en cuanto salió comenzó a desesperarse no asumiendo lo que pasaba. Quizá su mamá haya descubierto otra cosa y no lo que pensaba pero si era lo que de verdad creía  estaba muerto y eso lo comprobó cuando escucho el grito de su mamá anunciando su nombre.

-¡Tyler Robert Joseph, baja en este precioso instante!- gritó escuchándose molesta.

-¡Y-Ya voy!

Intento no lagrimear y bajo con miedo a la verdad encogiéndose escondido en todo el trayecto, apenas llegó a la sala comenzaron los gritos y cerró los ojos asustándose por lo que decía su madre.

-¿Quien demonios te hizo esa asquerosidad?- pregunto furiosa.

-N-Nadie, e-es un golpe...- mintió temblando en miedo.

-¿Entonces quien te pega?- retó al castaño a hablar.

Tyler realmente no sabía que hacer o decir, sólo sabía que debía cuidar sus palabras pero el ya no soportaba más. Estaba en la cúspide y no aguantaba todos los gritos que escuchaba sintiéndose cada vez más indefenso, vulnerable y roto.

-Nadie...

-¿Quien fue?- pregunto defensiva.- Mira Tyler, te eduqué para esto...tú sabes que la pureza va hasta el matrimonio u que vas a tener que casarte con esa chica ahora, ya le quitaste su pureza.- hablo sentenciado sus palabras siendo esto lo que hizo a Tyler reaccionar.

-¿De qué carajos hablas?- pregunto más exaltado ahora.

-Lo que escu...- interrumpió rápidamente el castaño confundido por todo.

-Estás demente, no tuve sexo con una chica y si lo hubiera tenido no me casaría con ella por haberlo hecho.- murmuro incrédulo.- Estás muy mal si crees esas cosas, por dios, se que estás grande pero no te creo estúpida.- estalló.

-Discúlpate con tú madre.- hablo Chris.

-¿Con ella?- gestionó cansado.- No, lo siento no... estoy harto.

-¿Harto?- pregunto su madre en ironía.- Tyler deshonraste los principios con los que te educamos, ¿acaso miento cuando te digo que es la primera jovencita con la que te metes?- pregunto usando un tono de voz amenazador y avergonzado.

-Y-Yo...- tartamudeo que decir.

No creía que su madre fuera una desquiciada conservadora, no creía que gente así existiera y luego veía a sus madre y deseaba no hubieran más personas así pero estaba furioso. Se canso de siempre ser el hijo ejemplar, no lo soportaba más y estalló completamente cuando sintió los gritos de su madre humillándolo porque no fuera cobarde y hablara.

18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora