CAPITULO IX: UNA ULTIMA VEZ

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A un mes del cierre de Yggdrasil

GRAN TUMBA DE NAZARICK, SALA DEL TRONO

"¿Cuánto tiempo ha pasado?", un solitario y fatigado Overlord, se recostó sobre su majestuoso trono, ignorando las presencias que se posicionaban a corta distancia de él, después de todo eran solo unos NPC encargados de defender esa área, no tenía caso intentar hablarles solo seguían ciertos comandos y configuración predeterminada, levanto la mirada de la pantalla de su costado y admiro las banderas estocadas en el techo de la gran sala en profunda contemplación, "tantos recuerdos", "tantos años", "y ahora", empezó a ladear la cabeza por vergüenza en evidente señal de arrepentimiento e inseguro de cometer la siguiente acción, instintivamente dirigió su vista a la pantalla de consola donde redacto su mensaje, o descrito de mejor forma petición, solicitud hacia el receptor.

Se esforzó en que pareciera lo menos posible a una súplica desesperada, para quien se digne en leerlo, inseguro de haber hecho un buen trabajo, "Ah", suspiro. Se enderezo, se decidió a intentarlo otra vez, no sin antes revisarlo una última vez. Aprensivo a que puedan pensar, opto por agregar unas ultimas líneas, para acabar añadió una disculpa en la parte inferior del mensaje, con una corta despedida sino podían cumplir su solicitud y palabras de agradecimiento por dedicarle su tiempo a este lugar, más importante por ser un amigo, siempre sería alguien que nunca olvidaría. "Gracias por todo, no te preocupes sino no deseas responder, lo comprenderé. Espero poder volver a encontrarnos alguna vez en esta vida o en la otra", término de escribir. Presiono lentamente el botón para enviar el mensaje.

En su hogar recostado sobre su asiento y equipado con el equipo de inmersión virtual tembló de nervios por lo que hizo.

Dirigió uno de sus brazos carentes de carne a su huesuda y blanca frente, "Ahhh que vergonzoso, un hombre de mediana edad haciendo esto, que patético, ¿Por qué hago esto?, soy lamentable". Resoplo de cansancio, era la segunda vez que enviaba un mensaje a todos los miembros, en el primera intento recibió la notificación de que solo 30 leyeron dicho mensaje y menos de la mitad de eso respondió con excusas para justificar sus razones del porque no responderían a la solicitud del Overlord. Aceptar dolorosamente ser el único que se aferraba con tanto fervor a un juego, "Soy un estúpido, no un egoísta, no tienen la culpa, mis problemas y el vacío que siento son solo míos, después de esto no volveré a insistirles, lo juro", con pesar en esas últimas líneas cerro la consola, intento ignorar sus ideas y canalizo su pensamiento en una de las cosas que le distraería lo suficiente para despejarse, recolectar recursos para la tumba, una actividad que realizaba periodicamente y totalmente necesaria para sostener a flote la funcionalidad de la tumba. Procedió a levantarse y se teletransporto al primer piso, a la parte externa de la tumba.

Reviso los alrededores y procedió a moverse a donde sea que lo lleve el destino, con cruzarse con lo que sea al que pueda sacarle algo por los medios necesarios, algunos objetos de valor serían suficientes, a un pie de salir de la tumba. "No idiota", se recrimino, "Se que estoy algo deprimido, pero no es para ser tan descuidados", con clara decepción de el mismo, se propuso una mejor alternativa para su misión, recuperando algo de temple, se dijo, "Con conseguir los suficientes recursos para cubrir los gastos de la tumba bastara. Tendré que ir por unos NPC mercenarios, localizar un lugar adecuado es primordial, mmm...,primero lo primero conseguir apoyo, elegir el lugar será lo siguiente", no importaba que sea de nivel superior o un experimentado jugador, los PK aun rondan por Yggdrasil, "no deseo volver a reproducir esas horribles experiencias"

Marcando y repasando sus objetivos y recursos disponibles, partió en su expedición.

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El día del cierre. 16:00 pm.

Momonga regresaba de su última excursión fuera de la Tumba, no recolectaba mucho pero tampoco era poco como para despreciar, entraba en el margen de lo esperado y razonable, debido a los lugares que frecuentaba. No podía, ni deseaba aventurarse a los sectores más peligrosos, definitivamente ir acompañado de otros jugadores no se comparaba a dirigirse con un contingente de NPC's mercenarios, la diferencia era palpable, era innecesario correr esos riesgos, aun cuando las ganancias fueran mayores. Había que conformarse.

OVERLORD: RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora