White Flower.

Una mentira con tintes de verdad.

-¿¡QUE!? NO, ABSOLUTAMENTE NO!- fue lo único que se pudo escuchar en respuesta por parte de una furiosa peli negra- ¿Acaso enloquecieron?

-No seas sin respeto niña- regaño su madre- Piénsalo, no es tan malo.

-Un matrimonio arreglado en pleno siglo xxi ¿Te parece que no es malo?- volvió atacar aun furiosa – ¿Qué tipo de padres son ustedes?

-Unos que quieren que el futuro de su hija sea mejor que el propio – trato de explicar su progenitor –Iori, no es un mal chico.

-Tienes razón, no es malo ¡Es el peor!- dicho esto tomo sus cosas y salió de la casa de sus padres.

Iori no estaba interesada en todo el asunto de los clanes y su importancia, pero sus padres opinaban lo contrario, estaban realmente sedientos por reconocimiento como familia de hechiceros aunque fuera vendiendo a su hija a un matrimonio que nada bueno le traería; luego de unos minutos de camino en auto llego a su departamento vislumbrando que alguien se encontraba en la puerta, cuando se acercó lo suficiente pudo ver claramente quien era el intruso.

-¿Qué haces aquí? – dijo sin poder ocultar su molestia.

-¿Porque estas molesta?

-¿No debería estarlo?- aquel en frente suyo negó – ¿Es enserio, Gojo? ¿A ti no te enoja ni un poco que te estén forzando a casarte conmigo?

-Es que me da igual- se encogió de hombros – No es como si fuéramos a llevar una vida de casados, solo es una mera formalidad tómalo como algo por lo cual no tuviste que esforzarte y aun así saldrás bien parada.

-¿Estás diciendo que no tengo méritos como para ser tu esposa?

-Sentimentalmente claro que no – se rio- Tú me odias, a mí me da igual, así que por el bien de ambos es mejor aceptar lo que nos toca. A no sé qué tengas un noviecillo por ahí que espera por ti.

- Como si tuviera ese tiempo disponible – Comenzó a golpear el piso con la punta de su zapato contra el suelo – ¿Puedo preguntar a qué has venido entonces?

-A decirte que estamos comprometido- se encogió de hombros – ¿Protocolo?

-Me parece increíble que por alguna vez en tu vida estés siguiente reglas, estoy segura que algo estas ganando con todo esto.

-Parte del acoso que hay sobre mí se disipa si soy un hombre casado, además piénsalo- puso una de sus mano sobre el hombro de la más baja – También es un beneficio para ti ya que eres bastante débil, me tendrás más a la mano para protegerte.

-¡Imbécil! – quito la mano del de cabellos blancos de su hombro - Prefiero ser maldecida que casarme contigo.

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Dos meses después.

-Te ves realmente hermosa – comento una castaña terminando de ayudar a su amiga –Pareces un lindo ángel.

-Un ángel de la muerte diría yo –agrego la azabache- Shoko... si yo quisiera escapar ¿Me ayudarías?

-Sabes que de esto no hay escapatoria, terminarían encontrándote de todos modos y además jamás podrías volver a tu trabajo de hechicera- le recordó con cierto pesar- Además Gojo te juro jamás llevar una vida de casados, solo deben vivir en la misma casa.