Untitled part

3.9K 267 50
                                    

En el capitulo anterior. 

Caminaron hasta el final del pasillo y la azache podía sentir un tipo de tensión, no era energía maldita dando vueltas por la presencia de alguna maldición sino algo más, no se sentía en peligro tampoco pero si tremendamente vulnerable, como si todo dentro de ella algo le gritara que al ingresar a la habitación algo en ella cambiaria para siempre, se regañó internamente pensando que simplemente estaba siendo demasiado exagerada. 


⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓⁓ 

 ⚠🔞   Advertencia: Lemon explicito y lengua obsceno tal vez  🔞⚠


-¿Vas a entrar o necesitas tarjeta de invitación?- escucho mientras volvía a poner atención frente de ella en donde estaba Gojo afirmando la puerta – Si quieres dormir en el pasillo ya es cosa tuya- comenzó a cerrar la puerta.

-Hazte a un lado – entro empujando la puerta –Yo me bañare primero- le advirtió – Y dormiré en el sofá porque tus malditas piernas son muy largas y te quejaras toda la noche si no estás cómodo.

-Veo que te preocupas por mí, que adorable – fingió llorar – ¿Hay algo que pueda hacer para recompensar esa preocupación?- cambio el tono burlón a uno más profundo.

-¿Porque no eres más sincero y me dices de una vez por todas lo que estas intentando hacer? Podre ser muchas cosas, pero tonta no es una de ellas- se cruzó de brazos – Suelta la bomba, que quieres.

-Mi ataque de sinceridad podría hacer que hagas explotar todo en esta habitación y la verdad es que no tengo ganas de estar peleando contigo- contesto mientras se sentaba en la cama – Aun sabiendo que te enfadaras ¿Quieres que te diga que quiero?- Utahime asintió- Se mi esposa por una noche- la azabache no entendió del todo, más bien no quise hacerse una idea errónea de aquellas escuetas palabras – Me refiero... nuestro matrimonio ya fue consumado, y no sé tú, pero siento que pudo ser mucho mejor de lo que fue...

-¿Crees que comparto tu insatisfacción? Lamento no ser la gran amante a la cual tal vez estás acostumbrado pero es lo que hay- se encogió de hombros.

-¡Vamos! –exclamo y luego se rio- ¿A quién quieres engañar? Sé muy bien lo mal que te caigo, lo mucho que peleamos, pero sabes tan bien como yo...- se levantó de la cama acercándose hasta quedar frente a frente atrayéndola a su cuerpo – Que también tienes muchas ganas de cogerme.

-¿También? –levanto la vista encontrándose con aquellos ojos celeste cuyas pupilas se encontraban dilatadas mirándola fijamente.

-Aja – La tomo de la cintura pegándola a él de manera firme – Puedo sentir la tensión en tu cuerpo cuando me acerco, cuando te susurro, esa guerra interna que tienes entre odiarme o dejar que te empotre contra cualquier mueble.

-Si tomo mi papel como tu esposa, ¿Prometes jamás mencionarlo? – Gojo asintió- ¿Jamás usarlo en mi contra, y jurar que todo lo que haga o diga dentro de estas paredes se quedara solo aquí?- volvió asentir.

-Supongo que en tu calentura aceptarías lo que sea para poder acostarte conmigo- se rio sintiéndose superior al más alto por unos segundos.

-Acepto solo porque eres tú.

Se separó un par de centímetros de el para observar el deseo latente en los ojos del más alto, lo atrajo hacia ella de la camisa que llevaba puesta para besarlo, el primer beso real que ambos compartían, porque el de la boda solo fue un piquito para dejar a los asistentes conformes con el sello de aquella mentira, pero este beso estaba lleno de deseo por ambos lados, mordían suavemente los labios del otro, entre jadeos y chasquidos de lengua podían sentir como el calor de sus cuerpos aumentaba a cada minuto.

White Flower.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora