Catarsis.

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En el capítulo anterior.

-No me mires raro y solo dímelo – le pidió a la castaña cuando fue a verificar el resultado.

-Estas embarazada.


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-Ya veo...- se dejó caer cual saco de papas en un sofá –Si no usaste condón como no querías quedar embarazada, tarada- se regañó- ¿Te das cuenta lo complicado que es esto?

-Iori, solo es un bebé.

-El bebé no es el problema, tú sabes la cantidad de maldiciones y usuarios de maldiciones que quieren acabar con la vida de Gojo, ¿Por qué sería distinto con este bebé?- toco su barriga- ¿Y si Satoru tiene razón y soy demasiado débil para protegerlo o protegerla?

-a ver, a ver – se arrodillo frente a ella obligándola a mirarla – No pienses en esas cosas, no te hace bien- toco su vientre- No les hace bien – aclaró- Además... ¿Crees realmente que Gojo dejaría que algo le pase a su bebé?

-¿Y si no lo quiere? No me importaría criar sola, eso no es mi problema – contesto – Pero los altos mandos, incluso los directores podrían forzarme a no tenerlo, ya sabes lo que ocurrió con el equilibrio de todo cuando Gojo nació, ¿Y si ven a mi bebé como una amenaza?

-De todos modos no puedes pensar que Gojo no cuidaría de su bebé y los altos mandos que se jodan, ellos fueron quienes los pusieron en este dilema de casarlos en primer lugar, era una posibilidad que algo así podría pasar.

-No se lo digas- pidió asustada- Deja que yo misma termine de procesarlo y cuando sea inevitable se lo diré.

-¿Esperas tener una barriga de embarazada de siete u ocho meses para contarle? Además necesitas ir al médico para que te digan el tiempo que tienes de gestación- de improvisto abrazo a la azabache- No sé qué pase por tu mente en estos momentos, pero... felicitaciones.

-Gracias Shoko –correspondió el abrazo dejando caer un par de lágrimas – Que idiota soy, ni siquiera sé porque estoy llorando.

-¿Estrés?- dijo la castaña encogiéndose de hombros.

Hablaron un poco más en la oficina de Shoko quien pidió detalles de los amoríos clandestinos que mantenía Utahime con su propio esposo y de paso también le conto todo el asunto del bar y cuando se encontró con Nanami.

-¿Porque no te quedas unos en Tokio y conseguimos una hora para el doctor? – Propuso Shoko – Así aprovecho de echarte un ojo y también consigues estar alejada de Gojo pues muy profesor será pero casi no para por aquí.

-No es una mala idea, pero tengo alumnos de los cuales hacerme cargo.

-Que el viejo Yoshinobu se haga cargo unos días, no eres su esclava después de todo.

Luego de unos momentos discutiendo pros y contras de quedarse en Tokio finalmente la azabache acepto y fueron hablar con Yaga para quedarse unos días en la escuela, el por supuesto no se negó pero si le advirtió que debía hablar con Yoshinobu o tendrían problemas.

El reloj ya marcaba las ocho de la noche cuando Utahime se sintió cansada y se despidió de Shoko para irse a dormir a una de las habitaciones que los estudiantes no ocupaban, es decir bastante lejos de los dormitorios de los profesores y así no corría riesgo de encontrarse con Gojo. A la vez Shoko se dirigía a su oficina a ordenar un poco de papeleo.

White Flower.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora