Todo es muy tranquilo en Green Gables, durante las vacaciones, Anne regresa con su familia para pasar el invierno con ella, al igual que Gilbert. Pero no son los únicos que regresan para vivir un año lleno de aventuras.
Basada en la serie original...
CAPÍTULO SEIS ❝ las decisiones no le corresponden❞
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EL JOVEN DUBOIS se levantó de la cama molesto una vez más cuando oyó varias voces en el comedor, supuso que eran sus padres y sus ayudantes así que bajó la escalera furioso listo para decirles algunas cosas, creerán que exagera, pero eran las siete de la mañana, y como decía el señor Dubois, nadie quiere levantarse a las siete de la mañana.
── Es la segunda vez desde que llegamos que solo les pido que me dejen dormir tranquilo... ─ este se calló al notar la presencia de Marie Key en el comedor. Sus mejillas se tornaron rosadas ya que no lucía presentable, la rubia solo sonrió agraciada.─ No sabía que vendrías, Marie.
── Bueno, quise traerle este pastel que preparé con mis hermanas para darles la bienvenida a Avonlea, y a invitarte esta noche ya que mi padre quiere conocerte ─ informó alegremente y este frunció el ceño un tanto confundido, sabía que ir a cenar a casa de una chica era una prueba para confirmar una futura bendición de parte de su padre, y él no quería casarse, apenas conocía a la rubia y ya iban a atarlo a ella. ─ Descuida, es algo informal.
── No sé si esta noche podré, debo...
── Hunter irá ─ interrumpió la mujer ganandose la mirada incómoda de su hijo, quien no sabía en donde meterse. ─ No tienes nada que hacer esta noche, hijo.
No, pero hubiese sido un buen plan. Ya no me quedaba otra, si llegaba a inventar algo sabrían que miento, así que me rendí y acepté.
── Entonces nos vemos esta noche, que tengan un lindo día ─ deseó dulcemente para luego retirarse. El castaño pasó su mano por todo su rostro totalmente molesto y acto seguido suspiró.
── ¿En serio crees que nos creeremos tu cuento de que estás ocupado? Ni siquiera tú lo crees, Hunter ─ opinó su madre y este rodó sus ojos.
── Me gustaría creer que mis padres no me controlan como si tuviera siete años, ya soy mayor por si no se habían dado cuenta. ─ recordó y su padre chasqueó la lengua.
── Pero mientras no estés en la universidad vives bajo mi techo, y bajo mi techo, cumples mis reglas, ¿entendido? ─ dijo el mayor tomando asiento para disfrutar de su desayuno y Hunter subió molesto a su cuarto para seguir durmiendo.
MIENTRAS TANTO en el bosque, la señorta D'angelo paseaba contemplando las copas de los arboles y sumergida en sus pensamientos. Le gustaba pensar mucho e imaginar escenas bonitas que había leído y habían quedado guardadas en su memoria.