viii. 𝒟𝑒𝓉𝒶𝓁𝓁𝑒𝓈 𝓂𝒾𝓃𝓊𝓈𝒸𝓊𝓁𝑜𝓈, 𝓅𝑒𝓇𝑜 𝒾𝓃𝑜𝓁𝓋𝒾𝒹𝒶𝒷𝓁𝑒𝓈

397 42 18
                                    

CAPÍTULO OCHO
❝ detalles minúsculos, pero
inolvidables

╔═════════════════╗

╚═════════════════╝

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

╚═════════════════╝








LUEGO DE UNA ARDUA MAÑANA en el ensayo para la obra, Margot regresó complacida a casa, a pesar de haber tenido una mala impresión del entrevistador, no dejaría que eso arruinara la oportunidad de que la gente vea de lo que era capaz, y que el arte no solo era una tontería.

Al llegar se dió una ducha y se vistió para acto seguido disparar a Avonlea a caballo, ya que había prometido que iría al comedor de beneficencia junto con Hunter, y debía estar ahí hace ya un rato atrás.

[suena "boys will be bugs" -
cavetown]

── Lamento mucho haber llegado tarde, no tienes idea las horas que llevo encerrada en el... ¿qué hacen aquí? ─ se interrumpió al ver que no solo ella y el joven Dubois trabajarían comunitariamente allí, también estaba Anne, Gilbert, Diana, Cole e incluso Tommy y Michael Müller, cosa que le pareció extraño.

── Bueno, yo vine porque Hunter mencionó esta mañana que vendría aquí contigo ─ el mencionado asintió en acuerdo, realmente planeaba pasar la tarde con Magie, pero Diana corrió el rumor y llegaron a ayudar.

── Rachel le dijo a mi madre y ella a mí, asi que vine ─ comentó Michael colocandose detrás de la mesa en donde repartirían la comida.

──Ven, aquí tienes un lugar ─ señaló Tom a su lado y esta fue hasta allí y se recogió su cabello. Por mala suerte estaba en la otra punta lejos de Hunter, a quien le hubiese gustado estar a su lado, pero en su lugar estaba junto a su prima y Anne quienes no paraban de conversar.

La gente comenzó a llegar, desde niños desamparados hasta ancianos que precisaban de su plato de comida del día. Las personas que se acercaban al mostrador de la castaña la conmovieron, ella siempre estaba agradecida de tener un techo sobre su cabeza y comida, pero se estremecía al ver la sonrisa sincera y agradecida de los niños, adultos, jovenes y ancianos que extendían su plato esperando su ración de comida.

── Muchas gracias señorita, no sabe lo mucho que es de su ayuda ─ agradeció un hombre de tercera edad al recibir su porción de pastel de carne y arroz. La castaña le dirigió una sonrisa y continuó sirviendo.

── Vuelvo en un segundo, debo ir al baño. ─ se disculpó Magie para luego dirigirse al baño que disponía el comedor comunitario.

 ❝  anne with an e ❞  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora