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Cuando llegó a casa sentía que podría morir en la entrada, el dolor de cabeza y de músculos se hacía más intenso, al menos sabía que su tío llegaba hasta tarde

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Cuando llegó a casa sentía que podría morir en la entrada, el dolor de cabeza y de músculos se hacía más intenso, al menos sabía que su tío llegaba hasta tarde.

Tendría la casa para él solo durante casi todo el día, ese chico Gogol sabía cómo hacer fiestas. Ahora comprendía por qué había repetido el año en tres ocasiones, no entendía cómo había logrado llegar al programa de intercambio, pero aún así le agradaba el chico.

Necesitaba dormir al menos otras dos horas, mientras se prometía a si mismo no embriagarse —tanto— a la próxima.

—Chuuya-kun, ¿Estás despierto?...

Cuando abrió los ojos encontró a su prima frente a él, parpadeó múltiples veces, esperando reaccionar totalmente.

—Ah, si... Si lo estoy, ¿Esta todo bien, Ane-san?.

—Creo que eso debería preguntarte yo, ¿Que haces en casa, Chuuya?.

—Yo me sentía muy mal, pero un chico fue muy amable conmigo y me llevo a la enfermería, ellos me enviaron a casa.

—Ay, no, ¿Te encuentras mejor ahora Chuuya?. —preguntó la mayor tocando su frente, buscando algún indicio de fiebre.

—Si, ahora estoy mejor, solo necesitaba descansar.

La pelirroja asintió, ella aún tenía algunas dudas, pero prefirió confiar en su primo.

—¿Sabes? Tuve una hora libre, por eso vine a casa, necesito buscar algo... ¿Quieres ir conmigo? Así conocerás a los pequeños y a Dazai-kun, él es un muy buen chico, es un poco reservado, pero estoy segura de que podrían ser muy buenos amigos.

Según lo que Arthur le había contado a Kouyou de Chuuya era un muy buen chico, en Francia sostenía las mejores calificaciones y era muy obediente. Eso hasta la muerte de sus padres, seguía siendo un buen alumno y un buen sobrino, pero algo en él había cambiado mucho. Se había vuelto distinto, llegaba más tarde a casa, pocas veces llego a verlo alcoholizado. Era seguramente su etapa de duelo, lamentablemente se había vuelto más cerrado con él... ¡Pero Kouyou tenía una excelente idea!. Dazai y Chuuya eran un poco similares según su perspectiva, tenían una vida bastante difícil. Si se conocieran cabría una posibilidad de que ambos se entendieran, habría la posibilidad de que ambos se cambiarán el uno al otro... Era una idea descabellada, tal vez, pero no perdía nada intentándolo, le dolía ver lo que ocurría con Dazai, su jefe le había contado lo que sucedió cuando Elise lo encontró inconsciente en el baño, al igual que le había contado su deseo por asistir a una escuela junto a los chicos de su edad y entrablar una relación, no sabía si era buena o mala idea que ella se entrometiera, pero quería mucho a Dazai, desde antes de la muerte de sus padres, cuando ellos no contaban con el dinero para pagar sus estudios el doctor Mori Ougai le dio una gran oportunidad, le ofreció un trabajo estable con el dinero suficiente para seguir estudiando y ayudar a su familia. Conoció a Dazai cuando tenía solo once años, era un pequeño tímido, aún lloraba por la muerte de su padre, ella tenía solo dieciocho años, en los cuatro años que llevaba al cuidado del heredero lo había llegado a querer como un verdadero hermano menor, le dolía verlo sufrir, conocía su historia, la muerte de su gemelo, la cual él desconocía, la depresión post-parto de su madre que le impidió ver al pequeño Dazai sin culparse por la muerte gestacional de su otro hijo, el suicidio, y la muerte reciente de su padre. Entendía su curiosidad por el mundo exterior, entendía que sintiera curiosidad por desarrollar los sentimientos humanos, conocer las sensaciones adolescentes, no conocía del todo a Chuuya, pero sentía que ambos se necesitaban.

ʙᴀᴅ ɪɴғʟᴜᴇɴᴄᴇ (sᴏᴜᴋᴏᴋᴜ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora