031. Space Between.

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And you can find me in the space between, where two worlds come to meet, I'll never be out of reach, 'cause you're a part of me so you can find me in the space between, you'll never be alone, no matter where you go, we can meet in the space between

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  Una vez que finalmente llegaron a Agrabah, Millicent, el Genio; Audrey, Evie y Jay se apresuraron a entrar al salón en donde los bailarines estaban practicando coreografías, mientras la chica de cabello azul se ataba el cabello en una coleta luego de asegurarse de que ya no había rastros del maquillaje corrido que se había derramado durante su viaje en limusina.

— ¡Todo el mundo, todo el mundo, atención por favor! ¡Hazel, Jade, señoritas! —Les llamó la atención el Genio, deteniéndose. —Adivinen ¿quién es ella? —Propuso, señalando a la hija de Regina.

El juez solo esperó unos segundos antes de volver a hablar.

— ¡Ella es nuestra Auradon Girl, Evie! ¡Así que todos démosle una cálida bienvenida! —Exclamó el Genio, comenzando a aplaudir, al igual que todos en la habitación. La princesa malvada sonrió. —Ahora, todos a ensayar, no podemos perder más tiempo. Milli, dales a nuestros invitados los mejores asientos para que vean la magia en acción.

  La hija de Hércules asintió con la cabeza, guiando a la hija de Aurora y a Jay hacia dos tronos, ella tomó asiento en el reposapies.

— ¡Soy un sultán! —Exclamó el hijo de Jafar, acomodándose mejor en su asiento, listo para ver los ensayos.

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  Dos horas más tarde, en la ciudad de Auradon, Dizzy estaba recostada en un sofá; con sus auriculares puestos mientras que una canción sonaba en un volumen alto, intentando así no escuchar sus pensamientos que le jugaban en contra.

Hadie y Helena dibujaban en una mesa, mientras Mal trenzaba el cabello de Uma, en silencio. No habían tenido ganas de hablar sobre lo que realmente sentían desde que la chica de cabello azul se había marchado, además de que debían mantenerse fuertes por los niños.

  El sonido del celular de la morena hizo que ambas adolescentes salieran de sus pensamientos, la hija de Úrsula lo tomó para observar el identificador de llamadas, en el que se leía el nombre de Evie. La joven lo observó por un par de segundos antes de dejarlo nuevamente sobre la mesa.

—Uma... —Le dijo la ojiverde que trenzaba su cabello. — ...Entiendo que te duela que se haya ido, pero no puedes ignorarla para siempre.

—Ella tomó su decisión, M. Claramente no le importamos tanto como nos hizo creer. —Masculló la pirata, la otra VK le dio un codazo por decir aquello frente a los mini VKs.

 El teléfono de la pirata volvió a sonar y ella nuevamente lo tomó, solo para leer le mensaje que acababa de recibir: «Intenté llamarte, regrésame la llamada cuando puedas», pero volvió a dejar el objeto en la mesa.

— ¡Uma! —Le recriminó la chica de cabello azul, cuyo celular comenzó a sonar, ella suspiró y dejó de trenzar el cabello de su amiga para sacar el objeto del bolsillo de su chaqueta. Relamió sus labios lentamente cuando se dio cuenta de quién la estaba llamando. —Ahora regreso. —Dijo, abandonando el cuarto y dirigiéndose hacia la cocina, en donde aceptó la llamada.

—Temía que no atendieras. —Fue lo primero que le dijo su mejor amiga, sonaba insegura. — ¿Cómo están todos por allá?

—Estamos... Tratando de subirles el ánimo a todos, E. Carlos fue a comprarles helado. —Dijo la hija de Maléfica. — ¿Cómo es la gran vida en Agrabah? ¿Jay ya se ha metido la mitad del oro en la ropa? —Quiso saber.

Feel the Wicked. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora