La puerta se abre estrepitosamente, resonando por todo el lugar y, un poco más, por casi todo el edificio. Se abre dejando a la vista a una atractiva silueta femenina que espera no ser regañada por su uso excesivo de fuerza.
Eiji* se mete al departamento, abrupta como ella sola, y cierra la puerta tras de sí con una llave que sorprende que no haya perdido o roto aún.
—¡Llegué! —exclama.
No recibe pronta respuesta a su llamado, de todos modos no busca un por qué. Deja su mochila en la mesa redonda y se dedica a revisar las notificaciones en su celular que ignoró por trabajar; mientras piensa en si debería tomar una ducha o comer primero, quizás tener una pequeña siesta, o mirar la televisión. ¡Todo suena tan bien! Mas no tiene oportunidad de decidir en ese instante.
Siente pasos apresurados a su espalda y como varios vellitos se frotan por sus piernas, dándole cosquillas, enredándose descaradamente con ella y ella sonríe, bajando la mirada para agacharse y levantar a la (para nada mimosa) felina.
—Hey, hermosa —habla, mirando directo a sus ojos negros—. ¿Dónde está tu otra mamá?
Y como si la hubieran invocado, una somnolienta mujer aparece por el umbral de la puerta, desperezándose con el ceño fruncido; vistiendo con ropa fresca y desaliñada (musculosa y shorts negros) y con el pelo irremediablemente revuelto.
Entonces Kirishima se acerca a ella, sin soltar al animal recostado entre sus brazos ni dejando de sonreír.
—Buenas tardes, amor —dice, acariciando el pelaje de su gata—. Esta vez, ella te ganó.
—Tch, hola —responde, viendo al animal con desagrado. Recordando el indirecto y constante conflicto que tiene por el amor de Eiji... contra un felino.
—Katsukii, la vas a ojeaaar —canturrea dándole la espalda a la rubia—. Es una bebé, ¿quién es una hermosa bebé? Tú lo eres, sí, tú lo eres.
La pelirroja comienza a darle mimos a su gata y Bakugou se cruza de brazos, ofendida por el descaro.
Tch, tch y más tch.
Maldice el día en el que aceptó que el tener un animalito para cuidar las uniría más como pareja. Y recontra putea por haber dejado que Kirishima eligiera a una mascota que es, extrañamente, igual de pasivo agresiva que ella, pero diminuta y peludita.
—Tomaré una ducha —avisa la morena, bajando al animal de sus brazos—. No se maten, porfa. No tardaré mucho.
Pero Katsuki sabe que las duchas de Eiji duran horas, como también sabe que si saca a la felino de su camino, Eiji no se lo perdonaría. Y se prepara para el siguiente lid indirectamente.
- no sé, se me ocurrió por estar peleando con mi gata q me exigía amor a las 7am.
y quería escribir un kiribaku fem por este vídeo (link en los comentarios)
+ portada y separador hechos por ( @-kugirreixx ), le quedaron hermosos. ♡Eiji es un nombre común de varón, creo¿ pero no me importa jaja saludos.
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Peleas felinas | kiribakushima fem.
FanfictionPorque aquella estúpida gata era muy molesta en su relación. O Drabbles de esta hermosa pareja, pero fem. - créditos a quién corresponda. hermosa portada y separador hechos por @-kugirreixx ♡ - kiribakushima fem, por si no quedó claro. - drabbles fl...