Mi más linda herida.

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Cuando pensaba que
el mundo se me caía
apareciste vos,
con tus bellos ojos
que cuando sonríes se achinan,
con tus chistes malos
que a nadie dan risa,
con tu manera sarcástica de hablar
que a veces no entendía,
con tu mirada reconfortante
que cuando miraba me invadía.
Fuiste el pegamento que unió
mis piezas rotas,
el que curó esa herida
que ya tanto tiempo tenía.
Me tomaste de la mano
y comenzamos juntos a caminar.
Fuiste todo lo que necesitaba,
y así tan rápido como llegaste
te retirabas.
Me soltaste, y quedé vagando sola
en este desierto que
junto a tí era una laguna.
Fuiste la cura de mi alma rota
y la herida de mi frío corazón
que alguna vez por tí latió.

Lourdes O.

Mundos de expectativas, crueles realidades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora