Una pequeña porción de una historia inconclusa.

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Era un día en el cuál el cielo estaba triste,
eso deduje ya que vestía de gris,
sin rastros de algún rayo de sol,
el viento estaba furioso,
lo sé ya que iba de aquí a allá frenéticamente.
Con él nos aferramos fuertemente
a lo que sea que nos estaba sosteniendo.
Es difícil ser un caracol cuando hay tanto viento.
De pronto algunas que otras gotas
comenzaron a caer,
esto no se podría poner peor, pensé.
Lugo calleron más y más seguido,
hasta que esas pocas se convirtieron en muchas.
Las ráfagas de aire se descontrolaron
eran incesantemente fuertes,
y no tenía más fuerza para sostenerme,
llevaba una larga vida compartida
con el caracol que luchaba de la misma
forma a mi lado,
Lo miré una última vez y le dije "te amo"
me solté de lo que sea que me agarraba
y sentí que flotaba.
No me importa que tan lejos estemos,
que tan lejos me lleve el viento,
sé que lo volveré a ver,
lo voy a buscar y encontrar
aunque para ello tenga
que atravesar cielo y mar.

Lourdes O.

Mundos de expectativas, crueles realidades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora