Capitulo 1

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La claridad de la mañana comienza a filtrarse por las persianas, llenando de luz el pequeño recinto. Una mujer se encuentra parada frente a la gran ventana, contemplando con melancolía el paisaje que le brinda el amanecer. 

Sus pensamientos se encuentran centrados en otro tiempo, buscando comprender cómo fue que su vida se volvió tan distinta, tratando a su vez de entender porque el destino se empeñaba en destruir su felicidad y la confianza que tenía en sí misma.

Hacia tan solo dos años ese era su lugar seguro. Los compañeros con los que convivía día tras día por aquel momento se habían vuelto su familia. El equipo estaba tan acostumbrado a pasar sus días juntos, que no era extraño escucharlos planear alguna reunión después de haber tenido un turno extenuante. Su casa se había convertido en un segundo hogar para sus compañeros.

Desafortunadamente, todo esto comenzó a venirse abajo cuando Gibson perdió su puesto como Lugar Teniente de la estación. Cuando la noticia llego a oídos del equipo a ninguno le extraño que el capitán Herrera tomase esa decisión, pues todos en algún momento habían presenciado como Jack incumplía las ordenes, planes o estrategias acordados, buscando quedar siempre como el héroe, sin importarle si ponía o no en peligro al resto de la unidad.

Por aquel momento, todos imaginaron que la decisión tomada por el capitán Herrera permitiría que su hija Andrea ascendiera un puesto en la cadena de mando, permitiéndole así tomar la capitanía cuando su padre se hubiese retirado, continuando con su legado. Nadie estaba preparado para la secuencia de hechos que se desarrollarían aquella última semana de marzo.

FLASHBACK

Aquel jueves 22 de marzo, había iniciado como un día cualquiera. El batallón, como cada mañana, se había reunido en el comedor a las 7 en punto, ya que estaban acostumbrados a desayunar juntos, como una familia. 

El ambiente en la cocina se sentía relajado. El sonido de los cubiertos se encontraba acompañado por una plática amena. Desde las escaleras se podían escuchar las risas de los integrantes del equipo, pero esto se vio interrumpido cuando una alerta de la central resonó por todo el lugar "Estación 19 responda. Alarma de incendio en el 479 de Sunken Meadow".

Aun no terminaba de escucharse la dirección por el altavoz, cuando la unidad ya se encontraba saliendo de la estación. Si había algo de lo que el capitán Herrera podía sentirse orgulloso, era de la pronta respuesta que tenía su equipo, pues aun teniendo un mal día no tardaban en atender a los llamados, más de 5 minutos.

En el trayecto cada integrante del equipo se iba planteando mentalmente cuales serían los pasos a seguir dependiendo de la gravedad del incendio, desafortunadamente nada los prepararía para lo que ocurriría a continuación.

Cuando llegaron a la dirección indicada, el capitán Herrera comenzó a analizar la situación; con 40 años de servicio como bombero podía reconocer aquellos incendios que serían los más riesgosos y algo dentro de él le indicaba que ese sería uno de los difíciles. 

La casa se veía como cualquier domicilio, nada en ella indicaba que dentro se estuviese llevando acabo un incendio; por las ventanas no se podían ver llamas y mucho menos se detectaba señal alguna de humo. Este hecho solo le indicaba que  el incendio era en realidad algo muy pequeño, o se encontraba contenido y cualquier movimiento en falso provocaría un  grave daño.

Nada más bajar de los vehículos, el equipo se reunió frente a la casa, listos para seguir las ordenes que les serian dadas por el capitán Herrera; pero Gibson como siempre, no puso las cosas fáciles y tan solo bajarse del autobomba comenzó una carrera hacia la puerta de la residencia.

- GIBSON! - grito el capitán un tanto desesperado - A dónde crees que vas! ¡Aún no he dado las indicaciones! - dijo de forma molesta y autoritaria, pues no le gustaba entrar a las escenas sin tener un plan preparado.

Al escuchar el grito del capitán, Gibson se detuvo un momento, quedando en medio del pasillo que lo dirigía hacia la entrada de la casa y volviéndose de forma burlona contesto al capitán - Estoy listo, no puedo esperar más -  tan solo terminar de decir eso, comenzó nuevamente su carrera hacia la puerta. Claro que, si hubiese esperado un poco más, si tan solo hubiera escuchado el plan del capitán las cosas no abrían llegado tan lejos.

El capitán se enfureció aún más por la respuesta dada por su lugar teniente; esa reacción fue el final de la larga lista de sucesos que lo llevaron a plantarse el por qué lo había ascendido. Mas sus pensamientos se vieron interrumpidos, cuando observo, como su teniente estaba listo para derribar la puerta. 

Fue en ese justo instante, donde aquel presentimiento que comenzó a nacer en su pecho cuando llegaron a la escena cobro vida. A lo largo de su carrera había visto escenas tristes, situaciones que en más de una ocasión le habían cortado la respiración y esta era una de ellas - ¡GIBSON! ¡NOOOOO!!!! - fue el grito que resonó en el lugar.






Si llegaste hasta aquí, te agradezco por leer. Esta es la primer novela que escribo, así que de antemano me disculpo si llega a tener algún error.
Se aceptan sugerencias y comentarios.
Espero que disfrutes de leer esta historia tanto como yo estoy disfrutando de escribirla.

Amore, fuoco e cenereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora