Capitulo 2

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Los recuerdos de la mujer se ven interrumpidos por los firmes toques dados en la puerta de su oficina. Saliendo de su contemplación, mira el  reloj en su muñeca, que marca las siete menos un cuarto. Sin darse cuenta había pasado los últimos 15 minutos sumergida en sus pensamientos. 

Contempla por última vez los segundos finales del amanecer, antes de exclamar con voz firme "PASE" mientras camina hacia su escritorio. Su mirada se ve atrapada por una serie de informes que aún no ha revisado.

– Buenos Días Capitana – es la frase que resuena dentro de la oficina. La mujer responde al saludo con un asentimiento de cabeza; mientras revisa y firma los documentos que segundos antes llamaron su atención. 

El intruso comprende lo que aquel movimiento de cabeza indica, así que con voz  tranquila continua – El equipo se encuentra reunido en el garaje, todo está listo. Solo esperamos sus indicaciones. – finaliza el teniente, mientras lentamente abre la puerta del despacho y sale, dejando a la capitana continuar con su tarea.

Maya observa por el rabillo del ojo como Montgomery abandona su oficina. Firma la última hoja del informe, cierra la carpeta y se gira para guardarla en el librero. Instintivamente su mirada se dirige hacia aquel sencillo cuadro, en el que puede apreciarse una pequeña placa de metal que reza "Las medallas de oro no están hechas realmente de oro. Están formadas de sudor, determinación y una aleación difícil de encontrar llamada AGALLAS.", justo por encima de la inscripción se encuentra su más preciado tesoro, aquella medalla de oro que obtuvo el día en que gano la Carrera de los 10,000 metros planos en las Olimpiadas de Londres 2012; da una respiración profunda, toma su teléfono móvil del escritorio y sale de su oficina.

El ambiente en el recinto es tranquilo, usualmente los cambios de turno aportan unos momentos de calma al lugar. El equipo se encuentra esperando su presencia en el garaje de la estación, todos portan ropa de civil. En el lugar se pueden apreciar, dos furgonetas blancas  con el emblema del departamento de bomberos, estas parecen estar preparadas para comenzar un viaje. 

– Muy bien equipo – dice Maya de forma firme mientras camina hacia una de las furgonetas – ¡Vámonos! – indica, mientras sube en el asiento del copiloto. El batallón imita su acción y al encontrarse todos dentro de los vehículos, parten rumbo al Parque Estatal Longfellow. Abandonan la estación justo cuando la alarma indica el cambio de turno; comenzando oficialmente, su treceavo campamento como escuadrón. 

Desde hacía un año el Jefe de Distrito Lucas Ripley ordeno que cada tercer sábado de mes, aquellos escuadrones que estuviesen bajo mayor presión, realizaran una actividad al aire libre que les permitiera  estrechar y solidificar los lasos del equipo, así como relajarse.

En una de las camionetas, se escucha de fondo las tenues notas musicales de una canción cualquier, quizá han pasado 15 minutos desde que comenzó el viaje. La capitana Bishop hecha un ligero vistazo hacia el espejo retrovisor, enfocando en este la figura del excapitán, instintivamente, su mirada se detiene en la frente de su mentor, donde se puede observar la tenue cicatriz que le recuerda aquel trágico 22 de marzo.

FLASHBACK

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Amore, fuoco e cenereDonde viven las historias. Descúbrelo ahora