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Narra Cáncer:
Al día siguiente, después de que mi papá me contará todo sobre el entrenamiento, llegamos a una casa algo grande, con un gran jardín que tenía obstáculos y esas cosas, también tenía un campo de batalla, el se despidió de mí y yo me quedé, supongo que había llegado temprano ya que no había nadie más en el lugar.

...

Me quedé una media hora esperando sentado en un sillón de una sala, mientras observaba todo a mi alrededor, cuando de repente escuché la puerta abrirse y entraron otras dos personas, un chico y una chica, la chica se veía algo alegre mientras el chico se veía sin ganas de estar aquí, sólo los observé por un momento, también sentía como ellos me miraban de vez en cuando e intercambiaban palabras.

Narra Esther:
Mi hermano y yo llegamos a dónde nuestro padre nos dijo, el no pudo acompañarnos ya que estaba ocupado con cosas de su trabajo, cuando llegamos vimos una grande casa, con un jardín enorme, nos dirigimos a la puerta, y con algo de nervios mi hermano la abrió, entramos y nos quedamos sorprendidos, había una hermosa entrada principal, con muebles hermosos y era espaciosa, nos dirigimos hacía lo que creíamos era la sala ya que era lo único cerca de donde estábamos, entramos y vimos a un chico sentado, se nos quedó viendo un momento y había un silencio incómodo, mi hermano y yo nos sentamos en unas sillas y comenzamos a hablar en voz baja sobre la situación.

-Esta casa está muy bien equipada no lo crees?- Dije asombrada

-Si, no entiendo por qué algo tan grande y lujoso, se supone que sólo vinimos a "entrenar"- Dijo mi hermano haciendo comillas con los dedos.

-Pues supongo que es para que estemos más cómodos o no lo
sé-

-Si tal vez, bueno, ¿que? Las otras personas se murieron o que? Sólo estamos tres esto no es signo de responsabilidad- Dijo Escorpio algo irritado y molesto.

-Bueno segurame...- No terminé de hablar por qué se escuchó la puerta abrirse, entró una chica rubia con un... búho?... De haber sabido que se podían traer mascotas, me traía a mi cachorrito de tres cabezas.

Narra Piscis:

Llegué a mi destino, me quedé observando las afueras de la casa y me dispuse a entrar, estaba algo nerviosa pero mi querido búho me tranquilizó.

-Muy bien... pues entremos..-

Entré y Vi una hermosa vista, todo estaba muy bonito, había una alfombra muy hermosa en el centro de la entrada principal, me quedé admirando asombrada la casa y decidí buscar la sala donde se supone ya todos estarían, abrí la puerta y sólo ví a tres personas, me sorprendí por qué pensé que había llegado tarde pero al parecer no, faltaban más personas.
Las tres personas sólo me miraron y después miraron extrañados a mi búho ¿Qué nunca habían visto uno?.

Me senté en un sillón y había un silencio realmente incómodo, sólo volteaba a ver cualquier cosa incómoda, estaba por hablar cuando se escuchó la puerta abrirse, entró una chica con su arco, se sentó y después de ella comenzó a llegar más gente, entró un chico algo apuesto con una espada, después entraron dos personas juntas un chico y una chica, entró una chica pelirroja, entró un chico rubio el cuál conozco, el hace las armas para los dioses y esas cosas, entró una chica con cabello largo y una mirada desafiante, después entró una chica muy linda que traía consigo una pequeña flor y siguió entrando más y más gente, todos se sentaron en el lugar que encontrarán, nos quedamos viendo por un gran rato, Nadie sabía que decir ni nada.

...

Entró Zeus, y se puso en medio de la sala se quedó callado por un momento todos lo miraban serios y con nervios, hubo un silencio por unos cuantos segundos hasta que habló.

Guerra de Dioses// Zodiaco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora