En una gran casa que parecía más una mansión, había una sala con solo mujeres de diferentes aromas ahí adentro, dos mujeres mayores estaban sentadas en un sofá, las dos se encontraban fumando su respectivo cigarrillo dejando las cenizas en un pequeño cenicero de color plateado que estaba posado en el centro de una mesa de vidrio, en el centro de la sala estaba una chica delgada estaba parada en una pequeña plataforma mientras esperaba que las asistentes terminaban de arreglar su vestido de novia blanco, la chica se había probado alrededor de cinco vestidos pero ninguno lograba convencer a las dos mujeres que la escaneaban con ojos calculadores y juzgadores que estaban al pendiente de cualquier defecto que vieran en el vestido y en la chica.
La chica estaba un poco incómoda al sentir las manos de las mujeres siendo pasadas por su cuerpo, su madre la miraba de manera amenazadora, no quería que pasara de nuevo.
-A ver, date la vuelta-
Dijo su madre levantando la mano extendiendo un dedo girandolo un poco para que la chica se moviera.
-¿Cómo sientes ese? ¿Te queda bien?-
Pregunto su madre mientras le daba otra calada a su cigarrillo. -Ese te queda lindo, te vez más delgada-
La chica rodó los ojos volteando a ver al espejo que estaba en frente de ella, hizo un pequeño puchero y soltó un suspiro agotado.
-Es muy... revelador-
Soltó la chica un poco incómoda tocando sus hombros, cruzando sus brazos sobre su pecho para tapar un poco el escote que tenía el vestido.
-Eso es lo de menos, así le gustan a los alfas, te queda perfecto, así Jaehyuk te volteara a ver o no crees que yo se como son los alfas, no te preocupes-
Dijo la madre del chico mientras apagaba su cigarrillo en el cenicero.
-Mi hijo es un buen partido te lo aseguro, aunque no esté dispuesto a esto, va a cambiar de opinión te lo aseguro Jisu, no va a ser como otros alfas que abandonan sus
responsabilidades, yo lo crié bien y me asegurare que no sea igual que su padre-
La chica bajo la cabeza mirando sus manos sintiendo el miedo en su pecho, era palpable la tensión que había en la gran sala amueblada y lujosa.
La mujer mayor y madre de la chica se levantó para examinar de cerca el vestido blanco pegado a su cuerpo que tenía pequeños retoques en diamantes impregnados en el. De repente la mujer agarró fuertemente el delgado brazo de su hija para apretarlo, la joven chica se encogió de miedo en su lugar.
-Tu harás esto me entendiste-
Dijo la mujer en un susurro que erizo toda la piel de la omega menor.
-Pero no quiero casarme-
Dijo la chica en susurros al borde de las lágrimas sintiendo el fuerte aroma de su madre a enojo de su madre que la asustaba aún más.
La mujer la tomó del brazo para arrastrarla por la sala hasta llevarla a una habitación en donde estaban ellas dos y nadie las podría oír.
-Tu harás esto Choi Jisu, que o acaso vez a algún alfa en esta casa, tu padre murió tienes que aceptarlo, necesitamos un alfa en esta familia, necesitamos un alfa que proteja esta casa y te proteja a ti y que en lo más rápido posible te de un cachorro alfa me entendiste, necesitamos a ese chico, es un alfa sangre pura, acaso no cabe en tu cabeza eso pequeña estupida-
La mujer levantó su mano para estampar su mano sobre la mejilla que la delgada chica la cual solo se encogió en su lugar del dolor mientra tomaba su mejilla afectada.
-Deja de llorar niña, más te vale hacer todo lo que yo diga y si no lo haces yo misma te mataré con mis propias manos, tienes que enamorar a ese alfa cueste lo que cueste, no me importa si tu no quieres, si no te gusta o si ese alfa te rechaza, te cansarás con el y punto-
La mujer dejó a la chica omega
sola quien solo se dedicó a derramar lágrimas cristalinas por su ojos, pensado que sería mejor desaparecer de el mundo en el que vivía.
La mujer de mediana edad regresó a la gran sala con una gran sonrisa como si no estuviera pasando nada, mirando a la madre de Jaehyuk con una gran sonrisa fraterna como si fuera su mejor amiga.
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🌹VENUSTUS🌹{Atrayente}COMPLETA
Fanfic🌹Atrayente eso era lo que era a los ojos de todos, su belleza era de otro mundo, sus facciones parecían talladas por los mismos dioses de el olimpo, nadie se podía resistir a la belleza que emanaba el delgado omega Asahi había ganado una beca unive...
