Stupid.

XXIII

Canción; Radioactive - Imagine Dragons

Cuando termina mi emoción y los chicos están seguros de que no me enojaré o los dejaré de lado, nos sentamos a esperar la pelea.

Veinte minutos entre risas y comida volando por el aire la pelea empieza.

Un hombre calvo y gordo sube al ring, ¿Por que demonios son todos iguales?, y anuncia a los boxeadores.

-Y para dar comienzo a la pelea... Tenemos a... Devon "La Muerte" Jonhson- Grita el hombre a través de un pequeño micrófono.

Por el lado derecho del galpón sale un hombre de unos aproximadamente veintitrés años , alto y fornido. Su cabello es chocolate claro y sus ojos son grises.

Mete su gran cuerpo entre las sogas del ring y queda parado en medio, al lado del presentador.

Algunas personas lo abuchean y otras lo aplauden. Muchas chicas gritan desesperadas ya que el tío no es nada feo.

-Y por el lado izquierdo tenemos a Alex "Danger" Race.- Grita el mismo hombre. Por el lado contrario entra Alex con unos shorts deportivos negros que cuelgan traviesamente de sus caderas dejando ver un poco la cinturilla de su bóxer blanco.

La multitud estalla en aplausos y todas las chicas empiezan a gritas cosas... Sucias a Alex.

Sube de igual manera que Devon al ring y lo mira retadoramente.

Diez minutos después Devon cae al piso con un ruido seco que hace a la multitud estallar en aplausos ensordecedores.

Cuando Devon no se levanta el mismo hombre gordo levanta el brazo de Alex en signo de victoria. Él no mira a nadie hasta que se encuentra con mis ojos. Me guiña y una sonrisa matadora sale de sus labios.

Alex fue a atrás a cambiarse y yo no puedo aguantar más al ver una mesa llena de comida chatarra frente a mis ojos. Hace media hora nuestra mesa estaba igual... Hace media hora.

Me levanto sin importarme lo que dijo Alex y camino rápido hacia la mesa.

Cuando llego tomo un bowl lleno de papitas y me doy media vuelta para volver a la mesa.

A medio camino un hombre musculoso de unos cuarenta y muchos años se atraviesa en mi camino y cuando pienso que va a seguir de largo me mira.

-Hola preciosa.- Dice lenta y torpemente. Su aliento a alcohol se huele a millas.

Lo ignoro pero él agarra mi brazo y apretuja mi trasero al punto que me duele.

Me doy vuelta haciendome la inocente niña de papi y lo miro "asustada".

El me atrae hacia su cuerpo y trata de volver a tocarme el trasero pero mi puño choca muy fuerte contra su nariz.

El hombre reacciona rápido y su mano se estampa con fuerza sobre mi mejilla izquierda.

Me quedo petrificada con el ardor en mi cara. Y cuando estoy por estampar mi puño nuevamente con su cara Alex se interpone entre nosotros. Me coloca detrás de su cuerpo y me aferro a su camiseta. Sin poder evitarlo un sollozo sale del fondo de mi garganta.

Alex se voltea inmediatamente y me mira a los ojos, se voltea furioso y me separa bruscamente de él. Se abalanza sobre el hombre y lo empieza a golpear bestialmente.

Para cuando los chicos llegan el hombre esta muy golpeado y exhausto en el suelo.

Alex me mira reprobatoriamente, niega con la cabeza y me lleva a rastras a su moto. Cuando me siento detrás y me aferro a su cintura siento su respiración furiosa chocar en sus pulmones y volver a salir.

Llegamos y me bajo lentamente. Alex baja rápido y camina de la misma manera a la casa.

Cuando llego a la habitación lo primero que hago es ir al baño a mirar mi reflejo. Hay una gran mano violasea marcada en mi mejilla. Rozo la yema de mis dedos sobre ella y un dolor punzante me ataca.

Bajo mis pantalones y dejo descubierto la mitad de mi trasero donde otra mano esta marcada en mi nalga derecha. Miro más arriba en el espejo y me encuentro con la mirada furiosa de Alex en mi nalga derecha.

Me sonrojo furiosamente y subo rápido mi pantalon.

-Te dije que te quedaras jodidamente quieta.-Dice duro.

Otra vez mi amor por la comida me traicionó.

-Lose, lo siento. -Digo bajando la mirada hacia el piso como una niña pequeña.

Alex suelta un suspiro y camina hacia mi.

-Ve a la habitación.-Dice ahora en un tono dulce.

Asiento con la cabeza y me encamino hacia alli.

Vuelve con una crema en las manos y se sienta junto a mi en la gran cama. Posa su mirada en mi mejilla y cierra los ojos.

-Odio ver esa maldita mano marcada en tu mejilla. Tendría que haberlo matado.

-Ya paso. Eh pasado peores.

-Lose pero me mata saber que esta ha sido por mi culpa. - Dice untando la crema en mi cara.

Tomo su rostro en mis manos y  lo beso, lenta y apasionadamente.

-Yo me la busqué, no fue tu culpa.- Digo antes de volver a chocar mis labios contra los suyos.

-La próxima vez te haré caso.-Digo respirando dificultosamente.

-Ahora date la vuelta y baja tu pantalón. Vamos a untarle crema a ese trasero. -Dice pícaro y con una mirada llena de lujuria.

Maratón 2/2
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