Stupid.

XXVIII

Ella rompió todas mis malditas expectativas de tener amigas en ese momento. Tan solo era una cría y a ella no le importó en lo más mínimo. Siempre fue. Es. Y será toda una zorra.

Cuando conocí a Dylan no creí que llegariamos a ser tan unidas. Con Brook menos. Y mirenos. Aquí estamos por darle una paliza a Maica y a su séquito de perritas falderas.

Maica y yo nos conocimos cuando yo tenia tan solo catorce años. Fue cuando ingresamos a nuestro primer y anterior internado.
Eramos tan unidas. Comiamos en su habitacion o en la mia, nunca en el comedor o con otras personas éramos ella y yo. Me aisle casi por completo de mis hermanos por estar con ella. Era mi unica amiga. Haciamos TODO juntas. Hasta nos venia la regla casi al mismo tiempo.

Jamás pensé que me fuera a traicionar de esa manera.

De esa maldita y cruel manera.

Peeero volviendo al tema pricipal.

Tomo la bolsa con gusanos que no quiero saber de donde sacó Leo y lo tiro por la ventana que se encuentra en el techo. Justo ensima de la cama de Maica.
Veo como Brook toma el paquete de arañas -falsas- y lo abre. Lo tira por la ventana que esta al lado de la cama de Joseline -una de sus perras- y Dylan tira de una soga que esta atada a un balde que cuelga en el techo. El balde contiene algo que se sepone que no es vómito pero con el olor ya dedujimos que si lo es.

Leo aveces es... un poquito vengativo.

Las tres pu... chicas se levantan gritando y pataleando como unas niñas pequeñas.

Salimos riendo cuando siento que un cuerpo se abalanza contra el mio y me hace caer al suelo. Lo unico que puedo sentir son sus golpes en mi espalda.
Me doy vuelta quedando arriba y repartiendo golpes en su cara. Siento un crack y se que probablemente rompí su nariz. Pero no me importa. Estoy tan cegada por la ira que no me importa nada. Estuve tantos años reteniendo esto que ni me doy cuenta cuando estoy llorando hasta que siento el sabor salado de las lagrimas en mi boca.

Unos brazos fuertes me toman de los hombros y me apegan a un pecho calido y que sería reconfortante si no quisiera matar a la zorra que esta tirada en el piso.

-¡SUELTAME MALDITA SEA ALEX!-Grito mientras me intento safarme de sus brazos.
Me toma aún más fuerte y se me hace imposible la huida. Me rindo en sus brazos y dejo que me de vuelta para poder apegar mi cabeza en su pecho.

Sollozos casi inaudibles salen de mi garganta pero sé que Alex los nota. Me toma entre sus brazos y siento como se aleja de el pequeño circulo.

Por el camino que tomamos ya se a donde nos dirigimos.

Se sienta cuando llegamos al lago. Lo bastante alejado de las cabañas como para poder permitirme llorar.
Olvido que Alex es quien me abraza y siento como los sollozos queman mi garganta de tan fuertes e hirientes que salen de lo mas profundo de mi.

-¿Quieres contarme? - Pregunta acariciando mi espalda logrando que me tranquilice.

Asiento lentamente en respuesta.

-Ella era mi mejor amiga.- Pierdo mi mirada en el lago. -Mi unica amiga.
Ella me utilizó solo por mis hermanos. Yo sabia que estaba loca por ellos, pero no a ese punto de locura.

Lo miro y se que me esta prestando atención asi que continuo.

-Un día ella decidió deshacerse de mi. Hizo que me raptaran. Casi me violan. Casi muero. Todo por que ella quería a mis hermanos para ella sola. ¡Por dios son mis jodidos hermanos!

Su cara esta hecha una furia cuando vuelvo a levantar la mirada.
-¿Como sabes que fue ella?
-Me lo confesó. Lo que más me dolió es que me lo dijo orgullosa de que mi cara esté magullada, algun que otro hueso roto tenía. Tuve que ir al psicólogo. No dejaba que se me acerquen. Me daba miedo dormir por mis pesadillas. Estubo un mes en prisión y hasta la iban a meter en un psiquiátrico pero sus padres son malditamente millonarios. Su madre es jueza. Salió fácilmente y sin ninguna mancha en su expediente.

El me abraza fuertemente como diciendome que estará para mi. Siempre, le creo por que siento que será asi.

Y lo beso.

Lo beso por que quiero y por que no me importa nada junto a él.