Flashback
— ¡Ya van a salir!— El pequeño rizado gritó mientras bajaba las escaleras corriendo.— ¡Madre! ¡Ya van a salir las estrellas!— Volvió a repetir, aunque no obtuvo ninguna respuesta.
Llegó al tramo final de las escaleras y tomó el pequeño banco que tenía cerca de estas, lo sostuvo entre sus brazos y lo llevó hasta la única ventana que poseía la torre; se paró sobre este y dejó su cabeza descansar sobre sus brazos, los cuales tenía apoyados en el marco de la ventana.
Necesito hacer un poco de puntas de pie para poder ver bien, pero logró tener su vista a la altura perfecta para ver las estrellas salir.
Eran mágicas.
Todas eran doradas, de formas diferentes pero que brillaban como El Oro. Harry las amaba, no solo por su belleza, si no también porque salían únicamente el día de su cumpleaños.
Pues una vez al año de todos los años, el cielo se iluminaba de esas preciosas estrellas decorando todo, dándole vida al ambiente, y esperanzas a Harry.
— Feliz cumpleaños para mi.— Susurro sonriendo y mirando con anhelación las estrellas, sus estrellas.
Fin del flashback
— ¿Harry?— Esa voz lo sacó de su mente, trayéndolo al presente nuevamente.— ¿Mi pequeño pétalo, estas?— Volvió a escuchar a su madre hablar.
Rápidamente dejó la escoba a un costado y se acercó a la ventana.
— ¡Lo siento madre!— Exclamó el joven, buscando la cuerda que le permitía abrir la puerta para que su madre subiera de nuevo a la torre.— Ahí está.
— Gracias mi pequeño.— Ghotel se acercó a Harry luego de subir, acariciando su mejilla y pasando por delante de él para dejar su cesta en la mesa.— ¿Cómo has estado?
— Bien.— Contestó algo ansioso.— Estuve pensando, y tu sabes que mañana es mi cumpleaños, ¿no?
— Jamás lo olvidaría, Harry.— Respondió levantando las cejas, con su clásica expresión de "¿Me estás tomando el pelo?" Que harry tanto odiaba.
— Es verdad, lo siento.— Se disculpó aunque no lo sintiera realmente.— Bueno estuve pensando, que como ya tendré dieciocho, podría... — Hizo una pequeña pausa, pensando seriamente si debería decirlo.— Podría como regalo de cumpleaños salir de la Torre.— Finalizó su oración de un tirón.
Ghotel simplemente soltó una carcajada, lo cual hizo que Harry frunza el ceño, confundido.
— Ay mi pequeño, tantos libros te han dejado mareado.— Contestó dándole un pequeño golpe con el puño (Suavemente) en la frente.— Estoy un tanto cansada, ¿cantarías para mi un rato pequeño?
— Eh, sí madre, seguro.— Respondió algo confundido.
Ambos se sentaron, Ghotel en un silla y Harry en el piso, a su lado.
Flor que da fulgor,
Con tu brillo fiel,
Vuelve el tiempo atrás,
Volviendo a lo que fue.Ghotel comenzó a peinar la preciosa cabellera del rizado, acomodando sus rizos sobre sus hombros, y viendo cómo este comenzaba a brillar levemente.
Quita enfermedad,
Y el destino cruel,
Trae lo que perdí,
Volviendo a lo que fue,
A lo que fue...La mujer se acercó para dejar un beso en la frente del pequeño, el cual simplemente agachó la cabeza y esperó a que su madre se parara para poder volver a hablar.
— Como decía, no estaba bromeando madre.— Se explicó ante la mujer, quien acomodaba manzanas sobre el centro de mesa.— Lo digo en serio.
Ghotel se puso seria.
— Pequeño, el exterior no es seguro, la gente allí es vil y cruel, — Le tomó por los hombros para acercar a ambos al gran espejo ovalado que tenían enfrente.— Tienes un poder único, y la gente haría lo que fuera por arrebatartelo.— Hablo acariciando nuevamente sus rizos.—. No pienso dejar que nada malo te pase, Harry.— Volvió a hablar, esta vez reemplazando su tono dulce por uno más autoritario, dejando un pequeño escalofrío en el cuerpo de Harry.
Ambos estuvieron en silencio unos segundos, dejando un ambiente pesado en la torre, y Ghotel aun teniendo a joven por sus hombros.
— Entiendo lo que dices, madre.— Harry decidió tomar la palabra, esperando que su madre le entienda.— Pero me cuidaría, juró que volvería luego de ver las estrellas y jamás volvería a salir, por favor.
— No Harry.— Hablo separándose de el.— No vamos a discutir por esto de nuevo. Es mi palabra final y no la cambiaras.— Ya había elevado su tono de voz, consiguiendo que Harry se alejará algo de ella.— No me pongas en esta situación pequeño.
— Caracolas de colores.— Susurró el joven, acercándose a su caja de pintura y observando todo lo que esta tenía.
Ghotel lo miró confundida.
— El año pasado, por mi cumpleaños — Comenzó a explicar Harry.— Me trajiste del pueblo caracolas de colores, son hermosos colores para pintar.— Finalizó su explicación.— Podrías regalarme eso.— Hablo acariciando su nuca y mirando a sus pies descalzos.
Ghotel sonrió y se acercó a él, apoyando su mano sobre la que él ocupaba en su caja de pinturas.
— Caracolas de colores.— Contestó con un suave tono de voz nuevamente, mirando con dulzura al joven.
Harry se limitó a darle una sonrisa, aunque no pudo ocultar muy bien su decepción de no poder salir.
Ghotel volvió a alejarse de él para acercarse a la cesta que había dejado en la mesa al entrar.
— Volveré a salir hasta mañana pequeño.— Se le quedó mirando mientras acomodaba la capucha de su capa.— Te prometo volver con tu regalo.
— Gracias madre.— Contestó mirándola a los ojos.
Ella se acercó, besó su frente y se dirigió a las escaleras de la Torre para volver a irse, tan pronto como había llegado.
— Algún día.— Hablo para si mismo.— Algún día...
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Enredados; adaptación larry
Fantasy18 años encerrado en una torre lo obligaron a imaginar cómo es el mundo exterior, hasta que un joven ladrón se presenta en su vida con una oportunidad única. ¿Será muy alto el precio por descubrir amor en un trato de palabra? Adaptación de la pelicu...