(Muchas) horas después...
— Ya está, no pasó nada.— Dijo Ghotel sacando la última flor de la trenza —Ahora disuelta.— de Harry, quien sólo tenía la cabeza gacha y los ojos mirando a sus pies, intentando no pensar en nada.— Ahora lávate las manos. Voy a hacer sopa de avellanas, ¡tú favorita!
Ghotel se levantó de la cama y tomó la canasta con flores para dirigirse al primer piso de la Torre.
— Yo traté de advertirte, Harry. Traté de advertirte cómo era la vida afuera.— Explicó apoyándose delicadamente en la cortina de la habitación.— El mundo es oscuro y egoísta y cruel. Si encuentra el más mínimo rayo de luz, lo destruye.— Finalizó triturando una flor con su mano.
Al instante dejó la habitación y Harry por primera vez en estas largas horas levantó la vista.
En sus manos estaba apretando el banderín que Louis había conseguido para él en el reino. Era violeta brillante con un gran sol dorado en el medio.
Se acostó sobre la cama tapando sus ojos con el banderín, aunque algo llamó su atención e hizo que lo elevará. Había algo que le resultaba familiar en el sol de la tela.
Los dibujos.
Rápidamente lo alzó y observó como todos los dibujos en sus paredes, techo y muebles tenían el mismo sol que el del banderín.
Las hadas, las flores, todos sus dibujos tenían un sol dorado en el medio que los completaba. Incluso había pequeños soles que rodeaban los dibujos, sin contexto alguno.
Todo esto no tenía sentido, Harry nunca había visto ese logo en su vida, aunque, observando todos, vio como comenzaban a brillar, y rápidamente se sumió en sus pensamientos.
Había una gran cuna con un móvil para bebés que tenía el gran sol dorado de todos sus dibujos, y algo más, dos personas, tenían la cara borrosa pero juraba conocerles. Y así fue como rápidamente se fue a otro recuerdo, uno más temprano.
"Es para el príncipe perdido" le dijo una pequeña niña a su madre, mientras dejaba un delicado girasol en el piso debajo de un gran mural, en el cual estaba la reina, el rey y su hijo, el cual según lo que Louis le había dicho, había sido secuestrado el día de su nacimiento.
— ¡¿Que?!— Preguntó levantándose de la cama, estaba mareado y chocó contra su tocador, logrando tirar un florero.
— ¿Harry?— Preguntó Ghotel desde abajo.
El joven simplemente se levantó y continuó dando vueltas por su habitación, hasta que escuchó a su madre subir.
— ¿Harry?— Pregunto nuevamente la mujer.— ¿Qué estás haciendo ahí arriba?
Rápidamente Harry abrió las cortinas y confrontó a su madre.
— Soy el príncipe perdido.— Dijo mirando hacia abajo.
— ¿Que?— Preguntó confundida la mujer.— ¿Puedes hablar bien por favor? Ya te he dicho que odio que digas tonterías.— Exclamó con notorio enojo.
— ¡Yo soy el príncipe perdido!— Volvió a exclamar.— ¿Verdad, madre?— Preguntó mirándole directo a los ojos.— ¿Acaso debo seguir diciéndote "Madre"?
Ghotel le miraba sin siquiera pestañear.
— Harry, ¿Ya te escuchaste?— Pregunto divertida.— ¿Por qué haces esa pregunta tan ridícula?
Al instante se acercó para abrazarlo pero Harry se corrió, empujándola contra la pared.
— ¡Fuiste tú!— Exclamó incriminando a la mujer.— ¡Tu causaste todo esto!
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Enredados; adaptación larry
خيال (فانتازيا)18 años encerrado en una torre lo obligaron a imaginar cómo es el mundo exterior, hasta que un joven ladrón se presenta en su vida con una oportunidad única. ¿Será muy alto el precio por descubrir amor en un trato de palabra? Adaptación de la pelicu...